-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿No estábamos en que 'marica' es un insulto?"

-Es un insulto. La pintada fue un delito de odio que denuncié a la Policía. Lo pasé mal, porque allí me preguntaron delante de gente "¿por qué cree que va contra usted?, y les respondí que lo creía "porque soy homosexual". Es necesario denunciar, porque los clientes de Ideari han de saber que apoyamos al LGTBI.

-Usted puede llamarse "marica", pero yo no puedo llamarle así.

-Puedes hacerlo, me encantaría que lo hicieras. Con 'Poesía Marica' hemos buscado una apropiación y una inversión del significado. Hemos convertido el insulto en un arma arrojadiza, lo devolvemos a su autor.

-¿Quién hizo la pintada de 'Marica'?

-Es un tema muy delicado, pero tengo la convicción de quién fue. Había que hacerlo público, Víctor Conejo me propuso hacerme un selfie con la pintada, pero no lo hice. Un profesor de la UIB bromeó con conservarlo y poner Marica's Coffee&Books, pero lo quitamos.

-Quizás no iban a por usted, sino a por los libros en general.

-Iban a por mí.

-No parece usted fácil de odiar.

-No lo soy, pero con el tiempo me ha salido el genio. Eché a un señor de Ideari, que vino a sentarse en el sofá y ni siquiera se tomó una caña. Lo saqué poniendo Metallica a toda pastilla.

-El president del Consell dio publicidad a la pintada.

-Se lo agradecí, no personalmente sino por el apoyo de Miquel Ensenyat al colectivo. El Consell limpia automáticamente todas las pintadas de odio, pero ya la habíamos quitado con disolvente y papel de lija.

-Vender libros de texto usados va contra el único negocio de las editoriales.

-Las editoriales efectúan cambios mínimos en los libros, con tal de que tengas que comprar de nuevo todo un material carísimo. No tienen calidad, recogemos los que nos donan y los vendemos a un precio módico.

-¿Contracultural quiere decir que no ve teleseries?

-Puede haber teleseries excelentes, pero voy a empezar una tesis sobre "La televisión en España como sistema policial". Los talk shows son una forma de educar a la población.

-Es Jaume, de los Alexandre Jaume de toda la vida.

-Fue el primo de mi abuelo, que nunca me habló de él, porque me enseñaba los Pitufos y que el ketchup es tóxico. Mi abuelo colaboró con García Lorca en La Barraca, debieron expulsarlo porque era sexy. Alexandre Jaume siempre estaba serio, nunca aparece sonriendo. Voy a imaginarle una sonrisa en la portada de un libro.

-Jaume es un linaje simbólico.

-Es la expresión de una burguesía ilustrada, que promocionó ideas socialistas sin abdicar de sus raíces. Hacían cosas, eran creadores. Me gustaría resaltar la constelación de calles palmesanas con personajes de aquel tiempo, como Gabriel Alomar o Luis Alemany.

-Fueron ustedes los últimos propietarios de Raixa.

-Es una mitología que nutrió mi infancia. Tuve una fascinación con Ángela Molina desde que, a los ocho años, mi padre me llevó a Raixa y el patio estaba lleno de focos porque rodaban Bearn. Siempre he asociado la finca que compró mi bisabuelo con la música de la película, de Francisco Guerrero. Me alegro de que sea un patrimonio público.

-¿Ha dejado las artes plásticas?

-Las tengo un poco apartadas. Me ofrecieron algo en El Baluard, compro pinturas de los siglos XIX-XX y las transformo en escenas de cruising. He pensado en una pinacoteca de la vida homosexual, porque en la historia del arte abundan las mujeres desnudas en la naturaleza, pero no los varones. Falta el hombre que va a un parque a ligar con alguien.

-¿Contra la homofobia vivíamos mejor?

-Espero que llegue un momento en que no tengamos que ir contra la homofobia, que sigue existiendo en una forma sutil y escondida, incluso en los juicios. Multar con 250 euros por pegar a una pareja de chicos es homofobia institucional. Por contra, el día del Orgullo es una festividad, donde todas las experiencias tienen cabida.

-¿Un ministro o ministra está obligado a reconocer que es gay?

-Se debería reconocer sin problemas. Es una obligación personal o moral, no es lógico llevar una doble vida y tener una esposa de tapadera. Decirlo públicamente no significa ser de izquierdas, tampoco lo es en sí el matrimonio homosexual.

-Le anuncio que su concepto de Palma

-Habría que recuperar un concepto muy romántico de Palma que ha muerto, y que permanece en la memoria de quienes lo vivieron e intentan mantenerlo como un souvenir. El derribo de las Murallas fue fatídico, habría que convertir las Avenidas en un parque peatonal.