La obra del canario Juan Carlos Batista llega al Casal Solleric de Palma con la exposición Carne Triste, una mirada a nuestro alrededor en la que la libertad de expresión, la guerra o la violencia contra la mujer son protagonistas. Artista multidisciplinario, a través de esculturas, híbridos y cuadros, Batista muestra su "decepción con el criterio de los hombres a la hora de tomar decisiones que afectan a todos" y muestra su esperanza en la figura de la mujer, que "tras años siendo pisoteadas serán quienes nos rescaten ahora".

Para su primera exposición en Baleares, Batista ha creado obras nuevas como una escultura que mezcla un rifle de francotirador con Elmer Gruñón, el cazador de dibujos que perseguía a Bugs Bunny, con la que pretende desmitificar una infancia en la que la violencia está demasiado presente y a la que no se le da importancia. "Es ahí cuando los niños, sobre todo en Estados Unidos, aprenden que cazar es divertido y llevar armas, normal".

Otras de las nuevas obras recuerda una caricatura de Franco publicada en 1936 en La Traca, que provocó el fusilamiento del artista y del director de la revista. De hecho la guerra está muy presente en la exposición, a través de esculturas que parecen árboles pero que "cuando el espectador se acerca, se da cuenta de que en realidad es el humo provocado por las bombas en zonas bélicas", así como fotografías de lugares románticos retocadas con imágenes de trincheras y soldados, "porque incluso durante la paz, la guerra siempre está latente en la sociedad".

Carne Triste se inaugurará mañana a las ocho de la tarde y estará en el Casal Solleric hasta el 9 de septiembre.