Cuando se emprende un viaje no siempre se tiene claro cuál será el recorrido ni el destino final. "Lo bonito de la creación es que no sabes dónde llegarás". Lo dice el director de Formentera Lady, Pau Durà, que ayer preestrenó en Palma su ópera prima, después de un estreno en Formentera y de pasar por el Festival de Málaga, donde obtuvo una magnífica acogida. A partir de este viernes, 29 de junio, se podrá ver en cerca de 40 salas de todo el país.

No sabía, decía ayer en la presentación del preestreno del film, dónde llegaría cuando decidió lanzarse al intento de materializar su idea. Sin embargo, sí que pudo explicar cuándo, dónde y de qué manera germinó la premisa de la película: "Era 2009. Estaba en Formentera con mi mujer, embarazada de gemelos, en pelotas en una playa, con treinta y tantos, y pensé en lo que se me venía encima". Esa imagen le hizo pensar a Durà en el conflicto entre vivir la libertad más pura, como el movimiento hippie, muy lejos de convenciones y preocupaciones, o que se te venga encima una de las responsabilidades más grandes de la vida: tener un hijo (en su caso, dos). "Si entre estas dos opciones de vida había conflicto, podía haber película", sostuvo el director.

La sinopsis de la historia la intuirán aquellos capaces de relacionar el título del film con la canción homónima del grupo de rock progresivo King Crimson, que en el año 1971 (plena eclosión del movimiento hippie en la isla) presentaron su álbum Islands, que incluye la canción Formentera Lady.

Así pues, la historia la protagoniza Samuel (José Sacristán), que llegó a la Formentera hippie de principios de los setenta, y allí sigue. Por razones que se explican en la película, se ve obligado a hacerse cargo de su nieto de 10 años, algo que conmoverá su vida y sacudirá sus, hasta ese momento, convicciones más profundas.

"Samuel vive un viaje emocional", explica Durà. La llegada de su nieto le abocará de lleno a una parte de su vida de la que él había huído, viajará "hacia las sombras de su paraíso perdido". La película habla, según su director y sus productores -David Ciurana, de Fosca Films; y Cesc Mulet, de La Perifèrica- de la nostalgia "como hecho, como dolor que cada uno tramita a su manera"; de la consciencia de la finitud y del paso del tiempo.

"El protagonista eligió no ser padre y ahora le toca hacer de abuelo". Su Ítaca, pues, de la que habló ayer Durà, el camino de Samuel, no va a ningún sitio: "Es poner un poco de orden en su interior y encontrar su paz".

Formentera Lady es un largometraje en el que, como en muchos otros recientes ( La vida lliure, 2017, de Marc Recha; o Estiu 1993, 2017, de Carla Simón), más que los hechos y la acción que acontecen, son sus personajes los que atesoran la relevancia de la historia. Se trata de películas que no necesitan efectos especiales, con personajes "cercanos, reales" que protagonizan una trama "aparentemente sencilla pero profunda". Formentera Lady es un "drama cotidiano, un drama humano que no es una tragedia, con una trama sencilla en la que lo que interesa es lo que pasa por debajo de ella", el viaje por el interior de los personajes, cuenta su director, que asegura que no sabría definir el género de su ópera prima. "Es realista, con toques de humor, que emociona y que a la vez hace sufrir". Es una película con la que "es fácil que el espectador empatice".

"El continente es hostil"

Rodada en Formentera, en Dénia (Valencia), y algunas ubicaciones de Cataluña, el film cuenta con intérpretes como Nora Navas, Jordi Sánchez, Ferrán Rañé, Juli Mira o Sandro Ballesteros.

Tanto los productores como el director hablaron sobre la necesidad que imponía la historia de rodar fuera de Formentera, pues otra de las reflexiones de la película es sobre la isla como paraíso, pero también como prisión; de la isla como refugio, pero también como escenario hierático, de costumbres fuertes, donde no corre el aire. Así, hablan de una de las frases míticas de la película: "El continente es hostil". "No podíamos hablar de continente hostil sin visitar el continente", aseguraron. Si la isla es más prisión que paraíso, no queda claro en Formentera Lady; lo que sí es evidente es que todo empieza y acaba en Formentera.