Alexandra Gutiérrez está concentrada en la punta del pincel que maneja. Trata de controlar el gesto para "dibujar un bonito caracol". Tiene siete años. Le gusta pintar. La Miró Mallorca Fundació le ofrece la oportunidad de hacerlo en el Espai Gaudí, donde los cristales de este rectángulo instalado en los jardines del museo se han convertido en una gran lienzo que pide a gritos "píntame". "Mi abuelo era pintor, yo también quiero ser pintora", confiesa la pequeña a este diario. La educadora Aina Bauzá les explica a los niños y niñas que se acercan al lugar a coger un pincel y empaparlo en pintura quién era Gaudí y cómo ejecutaba esas formas orgánicas curvas. En el interior, los más juguetones persiguen globos coloreados y sueñan también con formas redondeadas. Ésta es una de las ocho actividades que ayer ofreció el museo de Cala Major para celebrar la onomástica de Sant Joan y acercar al público más tierno el proceso de creación de los murales cerámicos de la Unesco, que ahora cumplen 60 años.

En la explanada de la entrada, los que lo deseaban se manchaban las manos de barro para dejar sus huellas en una suerte de cueva formada a partir de la enorme caja de madera en la que se transportó la Maternité. "Es el Espai Altamira. Miró y Artigues visitaron las cuevas rupestres santanderinas para investigar el rastro que en ellas dejaron los hombres prehistóricos", explica Alejandro Ysasi, responsable del departamento educativo del museo. Los pequeños también pudieron experimentar que el arte rupestre es el primer arte mural del mundo.

Una de las actividades más complejas a nivel artístico tuvo lugar en Son Boter. En una mesa, podían cogerse distintos materiales para intervenir en un mural de fango fresco: piñas, almendras, garroves, cuerdas, piedras y ramas. "Se trata de jugar con la huella que dejan todos estos elementos sobre el material y que experimenten con el gesto", detalla Tina Codina, quien dio apoyo al equipo educativo de la Fundació.

De los árboles de los jardines cuelgan como frutos dibujos de ojos mironianos. Los hermanos Joel y Jan Sebastián están pintando los suyos. "Primero hacemos un fondo de muchos colores y luego dibujamos el ojo en una hoja más transparente", relata Joel, quien asegura sentirse inspirado por Miró. "Él también trabajó aquí", comenta mientras su hermano pequeño busca el color rojo sangre.