Las obras de Susy Gómez hablan de forma siempre fragmentada pero nunca interrumpida de la existencia. En Metallica, la exposición que hoy a las 20 horas inaugura la Galería Horrach Moyà de la plaza de sa Drassana, la artista pollencina explora la intersección entre el arte y la espiritualidad, la acción social y la identidad. De hecho, su obra se ha construido a partir de una reflexión sobre la identidad.

La exhibición invita a "devolver la dimensión espiritual al cuerpo físico que la civilización occidental, la sociedad patriarcal y el mundo contemporáneo consumista ha excluido". "Es una llamada a recuperar el latido de lo femenino en la práctica diaria, a liberar los estereotipos donde lo masculino se ha reducido a una racionalidad fría, una sexualidad objetualizada..." En definitiva, "liberar el alma". Y es que en Metallica, Susy Gómez invita a recuperar una cierta humanidad devolviéndole a la vida su durabilidad y su latir. "Me parecía importante volver a hablar de este presente eterno", confesó.

"Es una síntesis de retomar algunas de los aspectos conceptuales de lo que me conmovió a la hora de crear una práctica artística para poner foco en distintos aspectos de la vida y de lo que nos ocupa como habitantes de este mundo", desgranó. En Metallica, la artista pretende "devolver a un presente continuo la historia de la trayectoria de la familia de obras realizadas en metal". Y es que Gómez inició la creación en metal en sus años de formación en la Facultad de Bellas Artes Sant Jordi en Barcelona. Sus piezas obedecen a distintas voluntades conceptuales. "El metal me llamaba mucho la atención a nivel conceptual porque era un mundo totalmente masculino y entonces me parecía una práctica de experiencia propia porque a la hora de trabajarlo me sumergía en un mundo muy masculino", desgranó. "Mi primera premisa era abolir a través de un discurso artístico estas diferencias de género", añadió en la presentación de ayer.

"Me parecía interesante hoy recordar por qué empecé a trabajar con el metal, el metal siempre ha estado relacionado en todas las culturas con símbolos acústicos espirituales. Este mundo de resonancias hace que los cuerpos vibren y se abran a otras maneras de percibir la realidad del entorno", expuso la creadora que recordó que "las sociedades modernas son totalmente inversas a las culturas antiguas. El oro tenía un valor sagrado, no tenía ningún valor especulativo como ahora".

De 1995 a la actualidad

Así, la muestra reúne obras desde 1995 hasta la actualidad. Así, el espectador disfrutará de obras seminales como Corazón de oro expuesta por primera vez en la galería Giorgio Persano de Turín o Ioni expuesta en 1997 en la galería Toni Tàpies de Barcelona. Mientras las manos llueven es una pieza exhibida en 1999 en la Soledad Lorenzo y que le llevó cuatro meses de trabajo golpenado con un martillo de cinco kilos esta cortina de metal.

"En cuanto a lo masculino y a lo femenino es muy importante no relacionarlo con esteriotipos de género", puntualizó. "El Lingam (exhibido en 2003 en la Toni Tàpies) es el ancla de la exposición que hace referencia a una parte simbólica de lo masculino como generador de creación porque esta obra está retomando lo masculino desde su esencia. Lo masculino provoca la creatividad en lo femenino. Es el primer impulso de lo creativo. A los hombres les han extraído toda la sensibilidad de este primer impulso creativo. Es muy importante retormar la parte más espiritual de lo masculino", explicó la artista.

Finalmente, Puerta Nº1 y Puerta Nº2 son sus esculturas más recientes, igual que el grupo de vestidos que conforman la constelación Metallica que ocupa la sala grande de la segunda planta de la galería. La exhibición que se inaugura hoy se podrá ver hasta el próximo 22 de octubre.