El día está siendo "largo", "duro", y muy "caluroso". Lo pronuncian los mayores fans de Operación Triunfo, algunos de los cuales llevan desde las 5 y las 6 de la mañana haciendo cola; pero lo hacen con una sonrisa y añaden que "valdrá la pena". Además, como si de las instrucciones de un manual se tratara, todos llevan consigo algunos imprescindibles: una buena mochila hasta arriba de comida (desde patatas fritas y bocadillos a fruta, ensaladas y pasta), muchas botellas de agua fría para soportar mejor el calor y una sombrilla (aunque a algunos les servía un paraguas o una caja de cartón). Los más profesionales comparecían con sus sillas plegables, mientras que los más discretos extendían sus toallas y pareos, donde algunos de los presentes se echaban, algo más tarde de las 12.30, más de una siesta. A partir de ahí, y después de montar el chiringuito, solo queda esperar. Doce horas, diez horas, siete.

¿Qué hacer cuándo estás esperando? Teniendo en cuenta el sol que ayer por la mañana gobernaba el cielo de Inca, municipio en el que al mediodía se han rozado los 30 grados, una de las primeras cosas que hay que hacer, y que han recomendado los efectivos de seguridad y emergencias, es ponerse crema solar. Una vez puesta, vía libre para pasar el tiempo como a cada uno le apetezca.

En la cola no faltaron los altavoces que ambientaban y animaban el día. La mayoría de canciones que sonaban eran los temas que más han marcado esta edición de Operación Triunfo, desde Lo malo, el conocidísimo tema que Brisa Fenoy compuso para Ana Guerra y Aitana Ocaña; a La llamada, la canción que Leiva compuso para la película con el mismo nombre de Javier Calvo y Javier Ambrossi y que interpretó el concursante gallego Roi Méndez.

Otros han optado por jugar a cartas, y valen todas: la baraja española, las cartas de póker, y las inolvidables del juego Uno. La gente más creativa no ha dudado en traer a la cola cartulinas, rotuladores de colores, tijeras y pegamento para preparar las pancartas con las que pretenden homenajear a los cantantes en el concierto. Otros, "por si las moscas", se trajeron los apuntes. Las recuperaciones están a la vuelta de la esquina.