Noche mágica en Inca. La intensidad con la que se ha vivido esta edición de Operación Triunfo se hizo palpable ayer en el Poliesportiu Mateu Cañellas, en un concierto en el que se vendieron más de 11.000 entradas. El sol que gobernó el cielo de Inca durante todo el día, más que agotar a los que habían hecho cola desde la madrugada, los llenó de energía, pues corearon todas las canciones que sonaron sin descanso, incluso antes de que empezara el concierto. La gran noche se anticipaba.

Igual de enérgicos estuvieron los dieciséis protagonistas de la noche, que inauguraron el concierto con la canción 'Im still standin'. Y el siguiente fue el rey de la noche, el mallorquí Ricky Merino que lo dio todo en el escenario con su mítica versión del tema 'Let me entertain you'.

Lo dio todo para enternecer después a todos los presentes con su "bon vespre Mallorca, estic molt nirviós". El artista se quedó sin palabras ante los mallorquines que no parabana de gritar su nombre. "Ricky, Ricky, Ricky..." y Ricky estuvo agradecido y simpático con sus fans y con su madre, a quien dedicó unas preciosas palabras y el concierto. "Esto te lo dedico a ti, mamá. Un aplauso para mi madre que es a quien se lo debo todo". Y el público le correspondió.

Amaia, con su espontaniedad y naturalidad, fue otra de las más aclamadas de la noche, a quien el público le regaló su silencio cuando interpretó al piano Miedo. Pero Aitana, Cepeda, Alfred, Roi, Ana War, El ex miembro del jurado Joe Pérez-Orive ya lo advirtió en la rueda de premsa del concierto: "Este concierto es una fiesta". Globos, luces, audiovisuales, una banda de músicos inmejorable, teléfonos móbiles para inmortalizarlo absolutamente todo, bailarines incombustibles encima del escenario, dieciséis voces de artistas que han robado el corazón a la gente más joven y a la más mayor y ganas, muchas ganas de vivir intensamente la noche de ayer: el concierto del verano.