Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Cualquiera puede ser un asesino en circunstancias propicias?"

Es genéricamente cierto. Todos somos capaces de hacer cosas mucho peores de lo que podríamos imaginar.

¿El Mal será siempre más atractivo?

El Mal capta nuestra atención, y es más atractivo en este aspecto. Los seres humanos son muy sensibles al riesgo. Cuando surge el conflicto, la amenaza o la maldad, buscan a alguien que se haga cargo de la situación.

Así entra en juego el detective, que en la ficción ha de ser corrupto.

No lo considero necesario, discrepo de escritores más realistas. Mi David Gurney se comporta como una fuerza en favor de la honestidad y la sensatez. Nunca se dejaría corromper, aunque tiene debilidades. Por ejemplo, se ha dejado absorber demasiado por su trabajo.

'Arderás en la tormenta' se adentra en el conflicto racial, ¿los policías americanos son racistas?

No, todos tenemos un sesgo o un prejuicio sobre nuestras expectativas frente a una raza particular, pero la comunidad afroamericana es injustamente hostil hacia policías que arriesgan sus vidas en condiciones de peligro extremo. Solzhenitsyn decía que la línea entre el bien y el mal no divide grupos o razas, sino que atraviesa cada corazón.

En España costaba entender el veredicto de inocencia de O.J. Simpson.

Fue un caso revelador, porque la comunidad afroamericana estaba encantada con el veredicto, que asumió como un motivo de celebración. En cambio, las capas conservadoras estaban asombradas y desconcertadas. Descubrimos que estábamos más lejos unos de otros de lo que imaginábamos.

Se suponía que Obama

Pensábamos con notable ingenuidad que con Obama se superaban las guerras raciales. No nos dimos cuenta de que su elección enfureció a un montón de personas del otro bando en conflicto.

¿Los policías deben llevar cámaras para grabar todas sus acciones?

Hay algunas resistencias, pero son útiles. En el caso de un conflicto con otra persona, las cámaras no son perfectas, pero ayudan a dar objetividad a tu versión.

¿A qué escritor vivo o muerto invitaría a cenar?

A Oliver Sacks.

Los estadounidenses tienen fama de tipos duros.

Jajaja, no tengo ni idea. Se podía hablar de norteamericanos en algún punto de anteriores generaciones, pero hoy somos 325 millones y todos proceden de otro lugar. Me pregunto si puede hablarse de un solo país.

¿Y qué se responde?

Los países se están haciendo tribales, separados por fosas cada vez más indignadas y profundas. Internet debía unir a la gente, pero solo ha traído más clanes y más ira. El desacuerdo degenera en odio.

¿Qué libro me sorprendería encontrar en sus estanterías?

¿William Butler Yeats? Y algunos tomos de poesía antigua.

Pérez-Reverte sostiene que cada escritor contiene un número limitado de libros.

Sobre todo si piensa morirse. Uno de mis novelistas favoritos era Reginald Hill, que escribió una novela al año hasta alcanzar las 52. Dado que empecé a los 65, mis objetivos son más modestos. Cuando acabo un libro, nunca sé si habrá otro, que acaba por arrastrarme hacia él.

¿Conoce a alguien que no disfrute con las novelas policiacas?

Donde vivo, conozco a personas que no las leen y que casi sienten la necesidad de disculparse por ello. Las mujeres temen los argumentos más sangrientos o perturbadores. Mis libros no van por ese camino.

¿Por qué le inspira más el inglés Sherlock Holmes que el americano Poe?

Porque Sherlock Holmes aplica el poder de la lógica para resolver problemas, y así funciona mi mente. Me interpela. En cambio, los relatos de Poe me provocan una sensación muy rara. Me mareo leyéndolo.

¿La novela negra nórdica está derrotando a la estadounidense?

Conozco muy pocos escritores con idéntica popularidad en todos los países. James Patterson o Lee Child venden millones en Estados Unidos, pero no en España.

¿Ha echado a faltar una pregunta sobre Donald Trump

Esta es mi primera entrevista desde que llegué a España. Intento no hablar sobre Trump específicamente. De un modo extraño ha conseguido algo doloroso y terrorífico, pero también útil. Ha dramatizado que vivíamos en la ilusión de un país unido, pero que en realidad está dividido. No por culpa del presidente, que solo nos ha llevado a darnos cuenta de la gravedad de la escisión.