El Consell de Mallorca ha presentado este jueves la traducción a la lengua de signos Margalida Jofre. Una dona que va rompre barreres, uno de los cómics de la colección 'Mallorca té nom de dona' promovida por la dirección insular de Igualdad.

Según ha detallado en una nota informativa la institución insular, con motivo del Día nacional de las lenguas de signos españolas, el lingüista Lluís Barceló impartirá una conferencia sobre sus futuros estudios relacionados con la lengua de signos de Mallorca.

Con el acto, que tendrá lugar a las 18.00 horas en la sala de plenos del Consell de Mallorca, se pretende dar visibilidad a la comunidad sorda y sordo-ciega y poner en valor la riqueza cultural y lingüística que aportan sus lenguas de signos.

Respecto a la traducción del cómic, inspirado en la primera presidenta y fundadora de la Asociación de Personas Sordas de Mallorca, desde la institución insular han explicado que pronto se firmará un convenio entre el Consell y la Federación de Personas Sordas de las Islas Baleares (Fesib) para poder traducir toda la colección.

El vicepresidente segundo y conseller insular de Participación Ciudadana y Presidencia, Jesús Jurado, ha resaltado se trata de "un nuevo paso" hacia la accesibilidad y se ha mostrado confiado en que "muchas más administraciones se animen". "Ojalá pudiéramos crear una biblioteca entera", ha añadido.

El vídeo, que ha sido realizado a través del programa de jóvenes cualificados del SOIB, consta de una animación del cómic hecha por Joan Lluís Oliver, donde se adjunta la interpretación en lengua de signos de los diálogos. Asimismo, se ha introducido música y una voz en off "para acercar a los oyentes a la lengua de signos y despertar la curiosidad hacia esta lengua".

Por su parte, Barceló ha presentado el proyecto que está iniciando en la Universitat de les Illes Baleares con varios estudios y propuestas que pretenden describir la lengua de signos de Mallorca desde la lingüística.

Asimismo, trata de conseguir un mapa geográfico de las islas con el signo correspondiente de cada lugar. "Una de las cosas que más me sorprendió fue saber que el nombre de los pueblos no es un signo del pueblo en sí mismo, sino el signo-nombre de un sordo conocido que vivía", ha explicado.