El pleno del Consell de Mallorca ha declarado, por unanimidad, Bien de Interés Cultural un total de 125 pinturas del fondo de arte de Sa Nostra datadas entre el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX, además de su colección de numismática formada por 484 monedas que abarcan todos los periodos culturales históricos de Balears, desde el periodo púnico de Eivissa hasta la Guerra Civil española. La votación del pleno era el paso definitivo tras obtener la luz verde de la Comisión de Patrimonio.

El vicepresidente de Cultura, Francesc Miralles, ha asegurado que "esta declaración hará posible que las dos colecciones no se puedan disgregar y que la administración competente esté informado de su ubicación y de cualquier movimiento previsto". El conseller ha destacado que en todo momento los propietarios se han mostrado colaborativos durante el proceso de catalogación. "Las tareas de catalogación han constatado que las piezas se encuentran en buen estado de conservación. En este caso la administración ha actuado en el momento que toca y no tenemos que lamentar que parte de las colecciones se hayan ido fuera", ha agradecido Miralles. Y es que la declaración como BIC implica un conjunto de medidas de protección. Por un parte, se debe mantener la unidad de las dos colecciones que deben ubicarse en un espacio que garantice su conservación.

Desde su punto de vista la protección de estas dos colecciones debe servir para fomentar la divulgación y el conocimiento entre la población. Además ha detallado que desde Patrimonio se continúa trabajando en el análisis del valor patrimonial de la colección pictórica de Sa Nostra de la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad.

La colección pictórica constituye, según los expertos, "un conjunto artístico único" tanto por la calidad de las obras como por constituir "una de las mejores colecciones de pintura local". Se trata de una "colección clave" para explicar el arte en las islas, especialmente en Mallorca entre el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

De la colección de numismática, los expertos destacan el elevado número de acuñaciones realizadas en talleres de acuñación de monedas de Balears y, especialmente, de Mallorca, que estuvieron en funcionamiento desde Jaume II hasta 1787. También se incluyen en este fondo las acuñaciones realizadas durante la Guerra del Francés, así como un conjunto de monedas púnicas e islámicas acuñadas en Mallorca, lo que corrobora el alto valor documental e histórico del conjunto, que se encuentra en buen estado de conservación.