Más de 400 personas se presentaron ayer al cásting de Operación Triunfo que se celebró en el Palacio de Congresos del Pueblo Español de Palma con el propósito de entrar en la próxima edición de este concurso, la de 2018, algo reservado únicamente a 16 cantantes. Los aspirantes hicieron cola frente a las puertas del recinto desde las 04 de la madrugada hasta las 10 horas, momento en que comenzaron las pruebas de acceso.

Los aspirantes deben superar dos fases para acceder al cásting final, al que concurrirán los seleccionados en las distintas ciudades por la que está desfilando el equipo de O.T. Una gira, la de la selección de concursantes, que arrancó el pasado 30 de mayo y que ya ha pisado Alicante y Valencia. Tras Mallorca viajarán a San Sebastián, Vigo, Tenerife, Málaga, Sevilla y, finalmente, Madrid.

"No me lo acabo de creer. Estoy muy contenta", confesó Caterina Barceló, la primera mallorquina en superar la primera fase, tras interpretar a Céline Dion y Serrat, una concursante muy aplaudida por las decenas de curiosos que se agolparon en una de las puertas traseras del Pueblo Español, desde donde intentaron seguir las pruebas a pesar de las dificultades que les pusieron los servicios de seguridad.

Menos suerte corrió el primer aspirante de la cola, un risueño Javier Valero. "Vengo de Valencia y he estado en la cola desde las 04 horas de la madrugada. Era el primero, pero no me han cogido. No debo ser lo que buscan", reconoció después de su sexta experiencia en este concurso. "Es un formato que me gusta para que una voz se dé a conocer. A pesar de no haber sido seleccionado, me lo he pasado muy bien, que es de lo que se trata. Y además he conocido a mucha gente".

Auba Murillo, natural de Sant Jordi, tampoco logró convencer al jurado del cásting. "Me ha temblado la voz. Es que apenas he podido dormir", lamentó tras su intervención.

Muchos de los aspirantes acudieron a la cita en compañía de familiares, como Carolina Martín, la primera voz de s'Esglaieta (Esporles) en presentarse a OT. Su madre, Juani Expósito, comentó que su hija se ha levantado "afónica, con los nervios a tope, pero una madre siempre tiene que transmitir ánimo. Todo por mis hijas", subrayó.

Los participantes en el cásting pudieron conversar con Ricky, el mallorquín que despuntó en OT 2017, que ha tenido "el honor" de poner la pegatina de "seleccionado" a alguno de los aspirantes. "En Mallorca hay mucho talento, gracias a los hoteles y el entretenimiento para turistas. Hay grandes voces, y muchas son de fuera, de gente que viene a hacer temporada", comentó.

"Espero servirles de apoyo y recordarles que el sueño puede alcanzarse. En OT no teníamos presencia mallorquina desde Chenoa. Hoy veré caras conocidas, del año pasado. Quiero dar seguridad, una mirada de confianza, de amigo", añadió Ricky.

El cantante mallorquín, que el próximo 20 de junio se subirá al escenario del Polideportivo Mateu Cañellas de Inca, junto a otros concursantes de OT, recordó que el año pasado, cuando se presentó al cásting, pasó "nervios" y padeció "mucho calor, y eso pudo afectarme. En la fase 1 recuerdo que al coger el micro estaba mareado. En la 2 estuve muy tranquilo. Lo disfruté muchísimo. Lo viví con ilusión y ganas, visualicé que iba a entrar y eso me ayudó".

Por su parte, la directora del cásting, Noemí Galera, señaló que siguen buscando lo que en años anteriores. "Si enseguida te enganchan, es porque hay algo. Es fundamental que sean ellos mismos y no intenten copiar las personalidades de los finalistas del año pasado". Consejo a tener en cuenta.