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Cine

Villaronga: "En Arabia Saudí no nos han censurado, pero hemos tenido que respetar las formas"

El cineasta acaba de terminar la postproducción de su última película, 'Born a King', un retrato sobre la monarquía saudita

Agustí Villaronga (centro), flanqueado por el equipo artístico de ´Born a King´, en un momento del rodaje en Arabia Saudí. agustí villaronga

Agustí Villaronga acaba de poner punto final a su última película, Born a King, una historia que traslada al espectador a los años 20 para relatar la infancia del futuro rey Faisal de Arabia Saudí. El cineasta desvela los detalles de la cinta a DIARIO de MALLORCA justo después de terminar la postproducción y entregarla para su estreno.

"No sé si es una película autoral. Es muy rara la palabra autor. Es un filme muy para el público, con temas interesantes en los que no podemos llegar a profundizar", reflexiona. Villaronga sitúa a Faisal de niño. Opta por una mirada desprejuiciada y descubridora ante el mundo adulto como ya hiciera con Andreu en Pa negre. "Con 13 años lo enviaron a Londres, donde descubrió un mundo diferente: pasó del desierto a la cosmopolita Londres, y tuvo que tratar que los ingleses dejaran de suministrar armas a las tribus de su país, siempre enemistadas, para tratar de unificarlas en un único país", explica el director. "Siendo sólo un niño tuvo que lidiar con la complicadísima diplomacia inglesa y con personajes como Churchill", comenta.

Born a King es una "película de encargo". "Me llamó Andrés Vicente Gómez (Lolafilms), que es el productor español. Y me propuso el trabajo. La cinta es una coproducción española, inglesa y de Arabia Saudí. Es una superproducción, es lo más grande que he hecho hasta ahora. Mis películas todas juntas no llegan en presupuesto a ésta", confiesa.

"A pesar de que el guión sea de Henry Fitzherbert, con una primera revisión de Ray Loriga, he puesto el corazón en la película. No me he sentido un marciano. Tengo experiencia rodando y me gusta mucho hacerlo fuera de mi país porque me permite descubrir una cultural distinta", expresa.

En este caso, Villaronga ha podido descubrir Arabia Saudí, donde empezó a rodar en mayo de 2017, "un país interesante, también complejo, estricto [son wahabistas], donde las mujeres van totalmente cubiertas y el dinero está por encima de todo. En las calles hay poca vida. La gente está más en los centros comerciales", relata. "El país está haciendo algunos movimientos para abrirse: después de 30 años de prohibición han abierto tres o cuatro cines, y en un año está previsto que inauguren más salas".

El rodaje no ha sido un camino allanado: ha durado casi dos años. Han filmado en zonas desérticas. "Tuvimos que retrasarlo más de un mes porque las temperaturas subieron hasta los 50 grados y tuvimos que esperar a que bajaran a 40", desvela el director. "Ha sido una aventura total, un reto", agrega. "Siempre me había apetecido hacer una película a lo Lawrence de Arabia"Lawrence de Arabia, admite. Las dificultades se agrandaron por el hecho de tener que rodar en un país que lleva 35 años con todos los cines cerrados, "es decir, un país en el que no hay estructura para hacer cine". Pese a ello, "la experiencia ha sido positiva: la gente del equipo ha sido fantástica y se ha entregado. En realidad hemos formado a la gente", añade.

Pese a lo estricto del país, Villaronga asegura que no han padecido ninguna censura a la hora de rodar: ni política, ni ideológica. "Al hablar de la monarquía, hemos tenido que respetar mucho las formas. Por ejemplo, el dialecto que hablan o el vestuario, además de otras cosas puntuales, simbólicas y de idiosincrasia que para ellos son muy importantes".

En cuanto al nombramiento de Màxim Huerta como ministro de Cultura, Villaronga considera que "no ha sido una torpeza, sino algo meditado y pensado. Yo estoy contento. Puede hacerlo bien. Le doy un voto de confianza. Estoy esperanzado con los gobiernos catalán y español. Me gustaría mucho que se entendieran y todo se calmara".

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