La exposición estival de este año en el CCA Andratx, Border Matters, que podrá visitarse hasta el 1 de septiembre, está protagonizada por Susanne Rottenbacher y Claus Rottenbacher y se presenta como un escenario teatral donde las cuestiones fronterizas, tanto históricas como contemporáneas acuden con indecisión al encuentro del espectador. Sirviéndose de la luz como medio común, ambos artistas alemanes se centran en la exploración de las fronteras intangibles, ya sean la tensión geopolítica en Gibraltar o la percepción sensorial de la presencia corporal en el espacio. Border Matters es una reflexión sobre las concepciones actuales de las fronteras, tanto desde el punto de vista físico como conceptual, proporcionando diferentes perspectivas que se enfrentan a la liminalidad de la anticipación.

La presente exposición comprende dos proyectos individuales:

Por un lado, la serie fotográfica Non Plus Ultra de Claus Rottenbacher explora la trascendencia de Gibraltar como el testimonio en piedra de una frontera brutalista entre Gran Bretaña y el Reino de España. Las fotografías tomadas en 2016, geopolíticamente, recordemos, un año de irrupciones drásticas como el Brexit y las elecciones presidenciales en Estados Unidos, continúan a día de hoy siendo testigo y vivo recuerdo de la tensión actual. Dibujando con luz, como sostiene la raíz etimológica de "fotografía", Claus Rottenbacher crea tableaux vivants contemporáneos, no obstante desprovistos de humanos pero manifestando su presencia a través de las intervenciones arquitectónicas en el escarpado paisaje gibraltareño. Es más, el Peñón se convierte en el protagonista principal de estas capturas de tiempo. Es en este impasse, justo en el momento en que la lente de la cámara se abre y se cierra, donde la obra de Claus Rottenbacher refleja un estado de ánimo que nosotros, todavía hoy, nos sentimos reacios a sobrevenir.

Por otro lado, Border Matters también implica un ejercicio de introspección para el espectador, a través del cual uno se da cuenta de sus propias limitaciones físicas y de su posicionamiento dentro de un entorno en constante cambio. Tal y como en una obra de teatro, la cuarta pared que supuestamente separa a la audiencia de los actores, ésta sea una nueva frontera que sobrepasar. Gracias a su trayectoria profesional como escenógrafa, Susanne Rottenbacher ha preparado la escena llenando la CCA Kunsthalle de luz, que transformándose en materia nos induce a una contemplación luminosa. Su instalación de luz de 10 x 10 x 4 metros interpreta a un fantasmagórico cosmos de luz en un constante movimiento explosivo, pero fijo a la vez como un flash estroboscópico; y que como resultado ofrece una nueva percepción de los límites a la vez que sacude nuestra noción de cómo nos definimos constantemente por fronteras. Se crea por ende así un suspenso inagotable del viaje a terrenos aún inexplorados.