El Premi Diario de Mallorca de Interpretación llega en un momento de madurez personal y profesional de Catalina Solivellas. "Recibir este premio es una alegría muy grande y una sorpresa muy agradable porque no me lo esperaba", confiesa la actriz. "Si soy sincera me lo esperaba pero hace 15 años", bromea entre risas. Se explica. "Antes de la crisis, presenté estos premios varias veces. También había presentado otros pero nunca estuve en el lado de los premiados". "Uno no vive pendiente de los premios pero estoy muy agradecida a las personas que han apostado por darme esta distinción y, sobre todo, por incluirme entre todas estas mujeres premiadas que han hecho una labor destacable en nuestra comunidad. Es una gran satisfacción y también lo es para Catalina Homar, que creo que en vida no tuvo un tratamiento justo y fue una gran mujer que hizo mucho por su comunidad", desvela la actriz que da vida a la que fue amante del Arxiduc en La nit de Catalina Homar, el debut teatral del articulista de este periódico, José Carlos Llop, que se estrenó en octubre en el Teatre Principal y que en noviembre estará en el Teatre Nacional de Catalunya. "La noto. Es como si ella, de donde esté, se haya transformado en energía y nos haya ayudado para que todo conspire y el montaje haya sido un éxito que el público ha disfrutado". En un año en que los Premis hablan en femenino, la intérprete recuerda "un estudio demoledor" que asegura que después de la crisis, solamente un 8% de los actores pueden vivir de su trabajo y de este ocho, un 2% son mujeres". Por ello, aprovecha la ocasión para reivindicar para las mujeres de su sector que "se acabe la precariedad que se ha instalado tras la crisis y, sobre todo, que haya mujeres en los órganos de creación y de decisión porque se nota cuando están. Las mujeres escriben para mujeres. Si yo escribiera una serie, pensaría en mujeres. Me saldrían cinco protagonistas a partir de 50, habría alguna más joven", desgrana. "Siempre ha sido un tópico pero las mujeres a partir de 50 es cuando tienen todo el peso interpretativo", añade Solivellas que se muere de ganas de llevar su Catalina Homar a Barcelona. Enamorada de los teatros de ferradura, sueña con llevar su monólogo en El Español. "Creo que entusiasmaría, la verían como un personaje muy exótico", augura.