La comisión de Patrimonio ha dado luz verde por unanimidad para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el fondo artístico de Sa Nostra datado hasta la primera mitad del siglo XX y su colección de numismática. Ahora esta propuesta se elevará al pleno del Consell de Mallorca, que es el órgano competente para su aprobación definitiva. Los expertos señalan que la colección pictórica constituye “un conjunto artístico único” tanto por la calidad de las obras como por constituir “una de las mejores colecciones de pintura local”. Se trata de una “colección clave” para explicar el arte en las islas, especialmente en Mallorca entre el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

En total, se han protegido 125 piezas de la colección, entre las que figuran, tanto pinturas como dibujos y alguna que otra obra gráfica. También se remarca la calidad individual de muchas de las piezas y la representación de figuras y espacios clave en la historia como las visiones históricas de Palma o el Rei en Jaume. Respeto a la colección de numismática, los técnicos hacen hincapié en “su gran valor histórico y documental” ya que cuenta con 484 monedas que abarcan todos los periodos culturales históricos de las islas. Los expertos remarcan que esta colección cuenta con ejemplares que cronológicamente comprenden desde el periodo púnico de Eivissa hasta la Guerra Civil española, más concretamente hasta 1937.

Por todo ello, el vicepresidente insular de Cultura, Francesc Miralles, recalcó que con dicha protección se garantiza tanto la unidad de estas dos colecciones como el buen estado de conservación. Y es que Miralles ha recordado que la declaración como BIC implica un conjunto de medidas de protección. Así, se deberá mantener la unidad de las dos colecciones porque conforman un relato de la historia. La declaración como BIC obliga a mantener las piezas en un espacio que garantice las condiciones adecuadas para su correcta conservación. La propiedad también deberá comunicar al Servei de Patrimoni cualquier acto jurídico y técnico que pueda producirse en los fondos. Además, para cualquier intervención de conservación o restauración se precisará la autorización previa de la comisión de Patrimoni Històric.

En cuanto a la colección pictórica y siguiendo un orden cronológico, cabe destacar algunas piezas del siglo XVI como Sant Miquel i Sant Joan Baptista de Joan de Joanes o Adoració dels Pastors de Mateu López sénior. Del siglo XVII, el fondo cuenta con obras de influencia italiana como Vista de Palma des de la mar de Miquel Bestard o la pieza anónima que representa El Rei en Jaume el Conqueridor que es de una gran calidad. La influencia italiana continua en el XVIII con obras de Gabriel Femenia, calificado como el primer paisajista de la isla.

En el XIX encontramos piezas que van desde el clasicismo al romanticismo, el naturalismo, el realismo o el eclecticismo. Todos estos movimientos artísticos están representados en los fondos de Sa Nostra. Gabriel Reynés i Pocoví cultivó el paisaje y la pintura costumbrista mientras que se vincula a Gabriel Ferrer i Amorós al romanticismo. Distintos autores como Joan O’Neille i Rossiñol manifiestan a través del paisaje el naturalismo. La colección también incluye autores foráneos afincados en la isla. Así, se incluyen varios de los dibujos que el Arxiduc Lluís Salvador utilizó para preparar Die Balearem.

Respeto a la pintura realista, destacan obras de Joan Bauçà, Antoni Ribas y Ricard Anckermann. Degouve de Nuncques, Joaquim Mir o Santiago Rusiñol fueron los responsables de introducir el modernismo pictórico en el ámbito insular.

Los técnicos de Patrimoni también destacan Pollença como núcleo posmodernista. Así, en la colección hay obras de Tito Cittadini, Guillem Bestard o Dionís Bennassar. De la tendencia del novecentismo destacan piezas de Bartomeu Ferrà o Antoni Fuster Valiente.

En general, el estado de conservación de las 125 piezas es bueno ya que muchas han sido restauradas o, como mínimo, tuteladas por la entidad. En el informe, los técnicos no excluyen la posibilidad de incoar otros expedientes referentes a la pintura de la segunda mitad del siglo XX, pero puntualizan que “por su complejidad” se encuentran en proceso de estudio.

Acuñaciones

De la colección de numismática, los expertos destacan el elevado número de acuñaciones realizadas en talleres de acuñación de monedas de Balears y, especialmente, de Mallorca, que estuvieron en funcionamiento desde Jaume II hasta 1787. También se incluyen en este fondo las acuñaciones realizadas durante la Guerra del Francés, así como un conjunto de monedas púnicas e islámicas acuñadas en Mallorca, lo que corrobora el alto valor documental e histórico del conjunto, que se encuentra en buen estado de conservación.