"Ya no vale que los promotores digan que no hay grupos de mujeres. Es mentira. En la página del MIM hay más de 700 bandas mixtas o femeninas”. Con tantas mujeres tocando, “ahora son ellos los que deben dar pasos” para finiquitar el desequilibrio de género imperante en la escena musical. Así opinan Carmen Zapata y Lorena Jiménez, presidenta y socia, respectivamente, de la asociación Mujeres de la Industria de la Música (MIM). Dos profesionales del sector concienciadas con la cuestión que el pasado jueves estuvieron en Palma impartiendo una charla enmarcada en las jornadas profesionales del Mallorca Live Festival.

"Somos conscientes de que cuanto más grande es el festival, más complicado se hace que haya muchas mujeres como cabezas de cartel porque arrastramos carencias desde hace muchos años", opina Zapata. "En el Primavera Sound sería imposible que hubiera 15 cabezas de cartel mujeres que vendieran miles y miles de tickets. Pero se puede dar espacio a muchas bandas emergentes femeninas a las que se les está exigiendo más que a los grupos de hombres. Ellas han de ser brillantes, excelentes y superdotadas para hacerse un hueco. Las mujeres no podemos ser normales cuando somos el 52% de la población. Porque el otro 48% está muy lejos de ser todo excelente, simplemente tiene más oportunidades. Las mujeres no somos una minoría privilegiada", denuncia.

El 60% de los universitarios también son féminas, "pero cuando se da el salto al mundo profesional, se invierten los papeles". "No sólo en los carteles de los festivales, sino también en el montaje sobre los escenarios", apunta Lorena Jiménez, quien subraya que en las empresas de la industria (promotoras, discográficas...) "el jefe es un único tío, mientras que las oficinas las llevamos normalmente nosotras".

Otro apartado es el de la prensa, donde se reproducen los estereotipos. "Cuando actúa un guitarrista hombre, las crónicas reflejan cómo toca. Cuando es una mujer, primero se describe qué lleva puesto, se suele destacar su dulzura y sensibilidad y al final se describe cómo interpreta el instrumento", lamenta Jiménez, al frente de la agencia de comunicación La Trinchera. "Siempre nos cuesta más vender a los medios una artista mujer que un hombre. También pienso que tenemos que cambiar el lenguaje: basta ya de decir banda de chicas. Nadie dice banda de chicos", sostiene.

Desde MIM, han percibido que la mujer es mucho más cuestionada cuando se sube a un escenario. "Cuando los chicos son una banda emergente, se dice de ellos que suenan frescos, que les falta recorrido. La crítica es mucho más disuasoria con ellas, directamente se dice que no saben tocar", comentan.

Zapata y Jiménez emplazan a las mujeres a que se empoderen. Y lo hacen con datos. "Sabemos que el 52% de los compradores de entradas para conciertos son mujeres. Deberíamos preguntarnos qué tipo de cultura queremos consumir y cómo la estamos consumiendo. Y si sólo queremos música que está siendo programada bajo criterios de hombres. Con el dato que hemos dado, está claro que tendríamos capacidad de boicot y de presión sobre los promotores", indican.

La educación, un punto clave

Uno de los puntos que trabaja el MIM es el de la educación. Actualmente, lidera un proyecto en Galicia (pendiente de aprobación en Barcelona), enfocado en el alumnado de ESO que consiste en unas charlas para presentar los diferentes modelos de profesionales que hay en la industria musical: representantes, técnicas de sonido y de luz, productoras... De esta manera, explica Jiménez, se lanzan dos mensajes a los jóvenes: "A las chicas se les dice que pueden llegar a ser lo que quieran; a los chicos, que sus compañeras pueden llegar a ser sus jefas, algo que debería ser considerado normal".

En la escuela, consideran las dos representantes de MIM, también es importante que los más pequeños tengan acceso a los instrumentos de manera indiscriminada. "Este contacto provocará que en el futuro tanto chicos como chicas mantengan el interés en la música", señalan.

Jiménez, quien cada vez se considera más radical con todas estas cuestiones, cree que las mujeres "ya no podemos decirlo más claro. Ahora les toca a los hombres dar un paso al frente y que os saquéis los colores entre vosotros". Las profesionales se refirieron también al "buen momento" que atraviesa el movimiento feminista, que "hay que aprovechar". Sin embargo, lamentaron que después del 8-M "no haya pasado nada". "El gobierno ni ningún ayuntamiento ha empezado a tomar medidas. Hay que dar pasos, provocar cambios reales con medidas concretas en el ámbito académico y jurídico". En este sentido, tildaron de interesante considerar que los festivales que se financian con dinero público deban acogerse a la paridad.