Perseverante, sincero y entusiasta son tres rasgos que definen a Toni Vives (Palma, 1964), guitarrista y compositor que despuntó en la Palma de la premovida mallorquina con Zincpirithione y que en 2012, tras años retirado de los escenarios, decidió volver a pisarlos para reinterpretar a grandes de la música como Dylan, George Harrison y Neil Young junto a otro maestro, su amigo de toda la vida, Xavier Escutia.

A Toni Vives se le puede encontrar se le puede encontrar a diario desde hace 36 años en Xocolat, tienda en la que entró siendo un adolescente y que resiste en una ciudad rendida a las multinacionales y el imperio del turismo. "Vender discos me hace feliz aunque me paso todo el día luchando con gente que te dice: yo antes compraba discos. Lo bueno es que las cartas están echadas. Tenemos una clientela muy fija y el resto, no me interesa. Espero poder retirarme con esto pero en los últimos quince años he dejado de ver a mucha gente. El 95 por ciento de las personas que se dedicaban a esto están hoy en el paro: representantes, diseñadores, músicos... La industria ha sido vapuleada, hoy todo es una miseria". Entre la frustración y la ilusión, alimenta una pasión, la composición, aunque la interpretación, la de los citados genios del rock y el folk, le roban casi todo su tiempo libre. "Dejé de componer hace años. Para qué hacerlo hoy. Todavía me siento un compositor... quizá algún día", murmura. Ayer viernes se le pudo escuchar en el Mar i Terra, revisitando a Dylan, junto a Escutia, con quien cabalga guitarras en mano desde los 80.

Las calles Velázquez y Jaime III vieron crecer a un Toni Vives que pronto quiso mirarse en la faceta artística de su madre, "muy poeta", apunta. En su casa eran siete hermanos y las féminas eran de tocar la guitarra, sobre todo Juana, que "llegó a ser una gran concertista, aunque lo dejó con el tiempo". Todavía hoy resuenan en su cabeza las letras y melodías de Víctor Jara, María Dolores Pradera, los Beatles y Dylan, siempre presente. Su primera guitarra la adquirió en una tienda de instrumentos hoy desaparecida que se encontraba donde está el Casal Solleric. El amplificador tuvo que compartirlo con un amigo, Germán Soler, con quien montaría, años después, Zincpirithione. En su formación no hubo profesores, salvo unas pequeñas clases que recibió de Pepe Milán en el también desaparecido Centro de la Guitarra. "El ambiente de aquel lugar era impresionante, ojalá hubiera algo parecido en la actualidad", espeta.

Nas fue su primer grupo, una banda formada en el colegio Luis Vives en 1980, junto a Xisco Riera (voz), Germán Soler (guitarra), Xavier Escutia (batería) y Damià Coll (bajo). Un año después se estrenaron en directo, ante 300 personas, en el teatro del colegio. "Aquella actuación fue mítica. Conservo la crónica que hizo DIARIO de MALLORCA, con una frase lapidaria: Lo mejor que hizo el cantante fue abrir una botella de cerveza con los dientes", suelta entre risas. En el verano del 82, el del Mundial del Naranjito, nació Zincpirithione. Ensayaban entre hormigoneras y tablones, en un sótano de Palma, haciendo versiones de Neil Young, y fueron anteriores a la gran explosión de la movida. Grabaron un disco, con Joan Bibiloni, y pagaron "la inexperiencia", confiesa Vives. En cualquier caso, aquel disco hoy es una joya del coleccionismo, un álbum del que vendieron 500 copias y con el que viajaron a Barcelona, a la sala Zeleste. Sus letras eran divertidas pero fueron girando hacia un tono más serio. De cantarle a la caspa a hacerlo con Borges y Cortázar. Siete temas registrados en una maqueta permanecen inéditos. Han sido remasterizados por Toni Noguera pero siguen sin ver la luz. Quizá algún día... Con la entrada en la mili de Toni Vives, Zincpirithione rompió filas. "Fueron dos años inolvidables, muy intensos", subraya. Nunca tocaron en el Concurs Pop Rock, aunque años después Vives lo haría, con otro grupo, Los Miembros. Hasta que decidió refugiarse en Xocolat y desaparecer de la escena. "Me hubiera gustado seguir, no sé muy bien por qué desaparecí pero como decía Lennon, la vida es lo que te pasa mientras haces proyectos". Toni está de vuelta, hace ya un tiempo. Se atreve con Nick Drake y lo que le echen. En su habitación-estudio se desvive por la música: ha empezado a tocar el piano, estudia solfeo y armonía, ensaya con su armónica, se prueba con la mandolina... Ayer triunfó en el Mar i Terra.