Werther, paradigma del romanticismo extremo, inundó anoche de sensualidad, fatalismo, amor doliente y dilemas de conciencia la Sala Gran del Teatre Principal en un estreno histórico de la ópera de Jules Massenet. Todo un cóctel de pasiones y tormentos servido a los melómanos mallorquines. A partir de las esencias de esta ópera basada en la novela de Goethe, el prestigioso director de escena, Graham Vick, ha revisado su estética y sus significados. Por ello, ha trasladado la trama a una sociedad idílica del norte de Europa de los años 50, una época en que se buscaba la perfección y la armonía en las relaciones humanas. También ha optado por esta época porque es el último momento de nuestra historia contemporánea en que es creíble que una mujer sea capaz de sacrificar su amor para permanecer junto a su prometido y su familia como aseguró a su madre en el lecho de muerte.

En el escenario, una de las voces más aclamadas del panorama lírico internacional. El tenor Josep Bros es un Werther de referencia. Es un papel que tiene muy interiorizado. Confesó que cada vez que lo interpreta es como una puñalada en el corazón. Por ello, anoche fue una velada de aplausos para el catalán, que en el rol protagonista sacrificó su vida al no conquistar el amor de Charlotte, una mujer que representa el poder de la conciencia frente al deseo y que encarnó la mezzosoprano Monica Bacelli. Los dos protagonistas brindaron a la platea grandes dúos como, por ejemplo, Il faut nous séparer, Ah! pourvu que je voi ces yeux o Oui! C'est moi!, Pourquoi cette parole amère?. El trío protagonista lo cerró el barítono Joan Martín-Hoyo en el rol de Albert, el prometido de Charlotte.

Fue una noche de debut para la soprano mallorquina Irene Mas, quien comenzó su formación musical en los coros del Principal. Defendió el nada fácil papel de Sophie, la hermana de Charlotte, y destacó en su aria Du gai soleil plein de flamme. Tomeu Bibiloni encarnó a Johann mientras que Jorge Tello interpretó a Le Bailli y Mikel Atxalandabaso a Schmidt. También fue la noche de los niños. La ópera de Massenet subió a escena al Cor Infantil y al Cor Petitons del Principal. El público también aplaudió al maestro Cristóbal Soler que llevó la batuta de la Simfònica.

Reto técnico superado

Fue un estreno histórico porque por primera vez se escuchaba Werther en el Principal y una noche de retos superados. Y es que la función no solo era un hito musical sino también escénico. Timothy O'Brien, presente en la función, firma la impresionante escenografía. Era un hito escénico porque los dos últimos actos estaban colgados en la caja escénica, lo que obligó a hacer un pequeño parón entre el tercero y cuarto acto. Mañana y el domingo los amantes de la lírica tienen una nueva oportunidad de ver ese Werther.