Un lugar donde "descubrir la vida". Así es como el músico, Joan Valent, describe su colegio, el CIDE, muy ligado a su familia: su madre, Margalida Capellà fue maestra de Educación Infantil en el centro y su padre, Joan Valent, el gerente. El compositor visitó ayer el centro, en compañía de su familia y su madre, para escuchar una primera muestra del himno cantado por algunos alumnos.

El himno del exalumno del centro, que está preparado para ser interpretado por un coro, piano y percusión, quiere transmitir, básicamente, tres ideas "que son los valores que a mí me transmitieron en el colegio y que a la vez funcionan como tres consejos vitales que os doy: perseverancia, curiosidad y constancia".

Ayer fue la primera vez que Joan Valent escuchó una parte del himno cantada por algunos alumnos, algo que describió como "mágico" porque "la pureza de los jóvenes te acerca a la verdad de la música". Junto con el profesor de música del centro, Àlvar Servera, el compositor charló ante los alumnos de primero de bachillerato sobre su vida, el camino que ha recorrido hasta hoy: desde el día que se marchó a Barcelona a estudiar música, hasta que llegó a Madrid pasando, evidentemente, por Los Ángeles, su gran escuela. "Con 26 años llegué a L. A., un mundo totalmente nuevo e inmenso para mí, con gente venida de todos los lugares del mundo y donde podía aprender de todo el mundo. Fue una aventura y un aprendizaje", recordó Valent. También habló sobre la dificultad de ser músico y encontrar trabajo. "Siendo músico puedes tener dos tipos de tareas: los encargos y las propias. Uno de los sectores que encarga más creación musical es el cine, un mundo muy atractivo pero a la vez muy limitado para evolucionar como músico". El compositor tiene claro cuál es su gran premio, después de todos estos años de trabajo: "Poder elegir vivir en Mallorca".

Valent también advirtió a los jóvenes que le escuchaban sobre el talento: "El talento solo es un 10 por ciento del producto final. Sin lo demás, la ciencia, el conocimiento y la sabiduría, el talento y la virtud que pueda tener una persona acaba muriendo". "Quien tiene talento tiene que trabajar mucho", sentenció.

Algunas de las alumnas que cantaron describieron la experiencia de conocer a Valent como "interesante" e "imponente". La letra la consideran "nostálgica y