Lluís Homar aterrizó ayer a mediodía en Palma para defender a las 19 horas en Manacor la adaptación de la historia del personaje narigudo de Edmond Rostand. Un proyecto dirigido por Pau Miró y con canciones de Silvia Pérez Cruz. El equipo artístico es el mismo de la exitosísima Terra Baixa.

¿Cómo es el Cyrano de Bergerac que están representando desde diciembre de 2017?

Por encima de todo es Cyrano, no nos inventamos nada. Contamos su historia. Lo que sí podríamos decir es que es un Cyrano de cámara, más condensado. Es una obra de capa y espada y alejandrinos, que parece festiva, pero si vemos bien de qué va la pieza nos damos cuenta que de festiva tiene poco. La idea es que el espectador salga pensando cuál es su propia nariz. Y que lo que le pasa a Cyrano nos puede pasar a nosotros.

Está definiendo un texto universal.

Sí. Es uno de esos grandes textos. Con esta adaptación buscamos la excelencia para un público mayoritario. A veces, con textos de este tipo y en verso parece que te estás dirigiendo a un público más minoritario, pero no es así. Llevamos 95 representaciones con este Cyrano. Lo tenemos muy rodado y creo que llega en un buen momento. Este tipo de personajes no te los acabas nunca. Cuando vas de gira es cuando disfrutas y conectas. Es como esa cosa de los cómicos: llegar a las plazas y hacer la obra.

Cyrano es conocido por su prominente nariz. ¿Cuál sería la suya, su nariz simbólica?

Mi fragilidad y mi inseguridad. Lo más difícil en la vida es aceptar lo que somos. A veces, lo que no nos gusta es algo físico y otras, aspectos del carácter. En mi caso, hay muchas cosas que podrían ser esa nariz de la que hablamos.

¿Con la edad no acepta uno su propia nariz y aprende a disfrutar de la vida?

Sí. A disfrutar y vivirla de forma plena, a estar con lo que eres y lo que te pasa en la vida. Pienso que el viaje hacia uno mismo es lo que nos puede hacer vivir de manera más plena.

En su libro de memorias Ahora empieza todo

Sí. En este momento tan difícil y complejo, es una situación que da miedo. Parece que está habiendo un importante retroceso en algunas cuestiones que parecían superadas.

La libertad de expresión es un caso. ¿Qué opina de la situación del rapero Valtonyc?

Es una burrada. Soy absolutamente defensor de la libertad de expresión. Atentar contra este derecho es una brutalidad respecto a la esencia del ser humano.

¿Y de Cataluña?

Mira, la mayoría de catalanes estaban por un referéndum, por el derecho a decidir. Habría sido tan sencillo, como han hecho en otros lugares como Canadá o Inglaterra, países civilizados. Nos podríamos haber ahorrado todo esto con algo tan sencillo. Y dar un espacio al diálogo. Pero eso se rechaza de manera tajante. No se ha dado ni siquiera la posibilidad.

¿Confía en el teatro como herramienta para transformar la sociedad?

El teatro es una herramienta. Los teatros son espacios que vienen muy bien para seguir creyendo en lo que somos, espacios para el reconocimiento y conocimiento de lo que somos. Los teatros están vivos, abiertos y son libres.