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Aprender música haciendo música

El trato personalizado a los alumnos y el respeto a los ritmos de aprendizaje son dos de los ejes de trabajo del centro

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Aprender música haciendo música

"La edad y las capacidades o discapacidades de las personas nunca son un problema para iniciarse en la música". La afirmación es del director de la Escola de Música Municipal de Palma, Fèlix Aguiló, quien también explica que en el centro entienden la música como un medio de expresión y socialización, así como de comunicación con la ciudad. "Si bien aquí se viene para aprender música, esto es más una comunidad de aprendizaje en la que muchos de los objetivos trascienden la propia música", asegura la técnica de la regidoría de Educación, Margalida Munar. Por esta razón, los métodos de enseñanza y aprendizaje que se utilizan en este centro difieren de los métodos comunes. "Defendemos el aprender música haciendo música", subrayan. El alumnado se divide en cuatro grupos: de 0 a 7 años; de 8 a 12; de 12 a 18; y el grupo de adultos, donde no importa la edad que se tenga porque no hay límite. En el primero la enseñanza se basa en la sensibilización de los más pequeños con la música. A partir de los ocho años, empiezan a especializarse con su propio instrumento; en el grupo de los de 12 hasta 18, hay dos líneas: una en la que están los alumnos de la escuela que continúan el aprendizaje, y los que a los 12 años deciden iniciarse con los estudios musicales. A partir de los 18, la finalidad es seguir aprendiendo y seguir haciendo música.

Pedagogía de grupo

Para enseñar música, a partir de los ocho años se utiliza una metodología llamada 'pedagogía de grupo', que se trabaja en el centro desde hace 2 años. En lugar de clases individuales de instrumento, los alumnos, en grupos de tres (todos con el mismo instrumento) participan en una clase de 75 minutos en la que cada uno actúa con un rol determinado: mientras uno toca, otro mira si sigue correctamente la partitura y otro observa la postura. "De esta manera hay un aprendizaje activo: si uno critica la postura del que está tocando, lo tendrá en cuenta cuando toque él", comenta Aguiló. También a partir de los ocho años empiezan a tocar en agrupaciones: en una orquesta, en un combo o en una batucada. Además, una de las novedades del próximo curso es que la escuela tendrá su propia Big Band: "Creemos que todos los estilos musicales merecen tener su espacio", explica el director. Otro de los puntos clave de la escuela es que desde el principio intentan que los alumnos puedan prescindir de las partituras. "Suele pasar que los músicos son fantásticos lectores, pero sin una partitura muchas veces no saben qué hacer, qué tocar. Les enseñamos que ellos mismos pueden crear e improvisar, sentirse libres y experimentar con la música", concreta Aguiló.

Respetar los ritmos de aprendizaje; personalizar el trato con los alumnos para que se sientan partícipes del proyecto del centro; crear comunidad y hacer equipo; escuchar las necesidades y deseos de los alumnos; enseñarles a expresarse. Estos son algunos de los ejes sobre los que trabajan en la Escola de Música Municipal de Palma donde, al iniciarse cada curso, se pregunta a todo el alumnado cuales son sus gustos e inquietudes musicales. Al fin y al cabo, ellos son los protagonistas.

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