Como preludio de su exposición Bernardí Roig. Films 2000-2018 en Es Baluard, el artista nos recibe en su taller de Binissalem para mostrar su "cabeza", su "laboratorio de ideas" donde blinda su soledad y donde se engendran sus obras. "El estudio es una parte secreta porque estás dentro de mi cabeza", confiesa entre calada y calada de puro. Y en esta "cabeza", hay una "subcabeza", el estudio de dibujo, la parte más secreta "donde se pone a bailar la línea". "El dibujo es el embrión y, a partir del dibujo, incauto el instante antes de que se de a la fuga. Esta incautación del instante es la base de lo que luego se construirá: una película, una escultura, una intervención? Este rincón es lo que pone en contacto la mano con la dureza del pensamiento", desgrana el creador que asegura que el dibujo es la técnica para plasmar con inmediatez su pensamiento. "Es la herramienta que resuelve la urgencia", revela Bernardí Roig (Palma, 1965) que considera que "el arte es un baluarte contra la necrosis del deseo".
Bernardí Roig. Films 2000-2018, que se inaugura el viernes, es un proyecto comisariado por la directora de Es Baluard Nekane Aramburu. La muestra presenta "una selección de mis trabajos audiovisuales que recoge los últimos 18 años". Son 18 años traducidos en 18 vídeos. "Es la puesta en movimiento de todo mi mundo visual, de todo mi aparato imaginario que he desarrollado durante estos años en otros formatos como la escultura, la instalación, el dibujo, la pintura y, sobre todo, la fotografía". Films es una exhibición vinculada a la donación que el artista hizo el año pasado a Es Baluard. "Era importante que esta selección de mi trabajo se quedara en Mallorca porque contribuye al patrimonio. Además, en esa donación hay un compromiso de conservación y de proyección del trabajo".
Lamenta que los museos vayan "de cabeza" a ser un parque temático. "Van a contabilizar visitas y hay que resistirse a eso. Hay que hacer exposiciones críticas, tensas. Los políticos quieren colas, rentabilidad, pero cuando uno sale de un museo debe salir de otra manera, debe salir herido". Y hablando de museos y de políticos, la conversación deriva en el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) y su denuncia de injerencia política denuncia de injerencia política del Govern en Es Baluard por la posible muestra interactiva sobre Picasso y Barceló. Es tajante. "Es inadmisible. El director de un museo tiene un programa que ha sido elegido por concurso público y eso no se toca. Evidentemente debe ponerse a disposición de las fuerzas sociales y culturales del lugar pero debe desarrollar su proyecto con total independencia".
En estos momentos, Roig está trabajando en una exposición en el Museo de la Luz de Dortmund. Será en noviembre y consistirá en una intervención en una antigua cervecería de una fábrica de cervezas de mitad del XIX. "Es un edificio de arqueología industrial, de los que me gustan y se trata de hacer un proyecto para el espacio", avanza el creador de Walking on faces en Sa Llonja, "una joya muy apetecible para hacer proyectos. El monumento debería estar a disposición de proyectos creativos. Potenciaría más su existencia".
