El Festival Maremagnvm nació hace cuatro años como una iniciativa de Pep Campillo enfocada a los colegios para cumplir una función educativa en relación con la historia clásica. Después de convertirse en un festival hace tres años, esta tercera edición tendrá lugar los días 12, 13, 14 y 15 de abril, con actividades organizadas por distintos pueblos de Mallorca: Montuïri (Museu Son Fornés), Felanitx (Església Cas Concos), Alcúdia (Ciutat Romana de Pollentia) y Palma. "Es un macroproyecto", apuntó ayer en la presentación de esta edición en la Misericòrdia la directora insular de Patrimoni, Kika Coll. El festival ha ido adquiriendo mayor magnitud sumando actividades y propuestas lúdicas, entre las que se mantienen los talleres escolares y familiares, las conferencias divulgativas, y las visitas guiadas a diferentes espacios que contienen información sobre la época clásica en Mallorca. La novedad de este año, sin embargo, serán las recreaciones históricas y una representación teatral.

Una de las recreaciones será una lucha de gladiadores en el teatro de la Ciutat Romana de Pollentia, en Alcúdia, que según la regidora de Educación y Patrimonio del Ajuntament d'Alcúdia, Bàrbara Rebassa, servirá "para romper algunos mitos que inculcan las películas de Hollywood". Además de esta lucha, habrá una muestra gastronómica, de la que se encargará la técnica del Ajuntament d'Alcúdia, Xisca Rosselló. La elaboración de las tapas se guía por el recetario De re coquinaria, la primera obra de cocina que se conoce, atribuida al gastrónomo romano Marcus Gauius Apicius. Un día de ' panem et circenses' en toda regla.

Y es sobre este gastrónomo que se inspira la obra teatral, Apicata. Nova tragèdia romana, que la actriz palmesana Cristina Francioli ha escrito, basada en la investigación del profesor Luis Garcia. Francioli interpretará a la hija de Apicius, Apicata. La obra se representará el viernes, 13 de abril, a las 21 horas en el patio de la Misericòrdia (donde se desarrolla gran parte de la programación); y el domingo a las 13 horas, en el mismo lugar, como cierre del festival.

Los organizadores destacan la parte lúdico-festiva de la cita con la cultura clásica, sin olvidarse de recordar el rigor científico que caracteriza las actividades.