Hay solos de guitarras ´normales´ y solos de guitarra que dan sentido no solo a la canción en la que habitan, sino a la existencia del intérprete de marras e incluso al oyente que gozosamente los disfruta cual lacrimógena epifanía mariana.

Se trata de solos emocionantes y emotivos que, más allá de su variable complejidad técnica, transmiten sentimiento y construyen un puente entre el artista y el público, de corazón bombeante a corazón palpitante. Una profunda comunicación directa sin necesidad de palabras.

´Momentazos´ de la historia de las seis (o doce) cuerdas. A continuación repasamos una quincena de estos solos magistrales. Puede que no sean los mejores, ni los más veloces, ni los más salvajes, pero te hacen añicos el alma y te parten en dos. Cualquiera que los haya disfrutado alguna en concierto sabe de lo que hablamos.

´Comfortably Numb´

Es una de las mejores canciones de Pink Floyd, y lo es precisamente por el catedralicio trabajo de David Gilmour en las guitarras. Tiene un par de solos, pero destaca el final porque no es que ponga los pelos de punta, es que detiene el tiempo en un estado de, efectivamente, cómodo y lisérgico adormecimiento.

´Stairway to Heaven´

Es un debate más que superado desde hace lustros: estamos ante la pieza más mastodóntica del rock duro. Porque Led Zeppelin aglutinó en 10 minutos el todo del rock, con su parte cañera, su tramo evocador, su perfecto crescendo y su inigualable solo. Y no contento con hacerlo una vez, Jimmy Page sentó cátedra otras muchas, puede que no con el mismo espíritu legendario, pero casi, como en 'Since I've been Loving You'. Pero la escalera al cielo es la escalera al cielo.

´Eruption´

Primera canción del primer álbum de 'Van Halen'. No hay mejor carta de presentación que esta erupción perpetrada por Eddie Van Halen, uno de los guitarristas más influyentes de todos los tiempos, que aplica diversas técnicas como punteos rápidos, bendings y, sobre todo, el tapping marca de la casa. La cara de las estrellas de la época al escuchar esto en 1978 tuvo que ser de traca.

´Little Wing´

Jimi Hendrix pasa por ser la bestia parda (zurda) más incendiaria de la historia del rock, capaz de imprimir su sensibilidad personal a cualquier cosa que tocara. Ejemplos de su interestelar pericia hay muchos, pero pocos tan emocionantes como 'Little Wing', con uno de esos solos que se esperan, se presienten, se paladean y regurgitan de por vida inevitablemente.

´Like a Hurricane´

Como un huracán asola todo a su paso Neil Young, por supuesto con su guitarra como arma que desata la madre de todas las tormentas, el armageddon sónico que es como la fina aguja de una jeringuilla adentrándose a lo más profundo de tus jugosas venillas. Hipnótico.

´Still Loving You´

Que los duros rockeros son los que hacen las mejores baladas es ya algo de sobra asumido por todos. Y si hay una banda culpable en este apartado es sin duda Scorpions, que sentó cátedra en este clásico de 1984, con un solo de guitarra de Rudolf Schenker tan sencillo como millones de veces tarareado.

´November Rain´

Guns n' Roses fueron tan enormes que los fans esperaron pacientemente más de veinte años a que Axl y Slash se reconciliaran. Porque durante el tiempo en el que el cantante estuvo al frente como único miembro original nada fue igual. Con su gira de reunión volvimos a disfrutar la fin de Slash a tope 'November Rain', una de esas canciones que bien valen el precio de la entrada más cara entre las caras.

´Hotel California´

Don Felder y Joe Walsh interpretan a dúo el famoso solo de guitarra de la canción estandarte de los Eagles. Perfecto para poner banda sonora a cualquier viaje por carreteras desérticas, ya sea en California, en Almería o en Monegros.

´Mr Crowley´

Tras ser despedido de Black Sabbath, Ozzy inició su trayectoria solista formando su propia banda, en la que contó durante un tiempo con el virtuoso guitarrista Randy Rhoads (fallecido en accidente de avioneta en 1982 a los 25 años). Su interpretación en 'Mr Crowley' es siempre recordada y señalada como sencillamente magistral.

´I Put a Spell on You´

La habitual intensidad de John Fogerty convierte esta versión que la Creedence Clearwater Revival hace del tema de 'Screamin Jay Hawkins' en un monolito bluesero difícilmente igualable. Los músicos ponen la vida en ello y diríase que eso se palpa mientras se te seca la boca.

´Free Bird´

Allen Collins y Gary Rossington incendian sus Gibson Firebird I y Gibson SG, respectivamente, para dar forma a una batalla de guitarras de más de cuatro minutos dentro de una canción ya de por sí épica que llega hasta los nueve minutos. Por esta composición, muchos vieron en Lynyrd Skynyrd a la respuesta estadounidense a los británicos Led Zeppelin.

´Flojos de pantalón´

Y tiene que venir el rockero carabanchelero Rosendo Mercado para aclarar que para que un solo sea terriblemente arrebatador no tiene por qué estar dentro de un baladón. Probablemente el de 'Flojos de Pantalón' sea el mejor solo de la historia del rock español y siempre es esperado con ansiedad por sus fieles en cada concierto. Uno de esos solos que cambian tu estado de ánimo.

´Héroes del Silencio´

Aunque Bunbury acaparara casi toda la atención por su impetuoso magnetismo, buena parte del éxito de Héroes del Silencio reside en la originalidad de Juan Valdivia con la guitarra (algo que se aprecia principalmente en sus dos primeros discos, aunque nunca la perdió). Podríamos hablar de 'Mar adentro' o 'La sirena varada', pero vamos a quedarnos con la fiereza del siempre impactante Entre dos tierras.

Bon Jovi

Una banda relativamente maltratada por la crítica a pesar (o precisamente por eso) de su éxito de público. Sea como fuere, atesoran varios clásicos incontestables del hard rock en los que se conjugan a la perfección comercialidad melódica y talento interpretativo. Richie Sambora puso el listón bien alto con su heróico trabajo en Wanted dead or alive, tanto con las acústicas como con la eléctrica desencadenada.

´Killing in the Name´

Tom Morello es uno de los guitarristas más influyentes y respetados de su generación y de las últimas tres décadas. Su técnica clásica a la par que futurista dio al sonido de Rage Against the Machine el punto violento que necesitaba su mensaje para calar bien hondo en los oyentes. Maestro de los riffs pesados, visionario capaz de llevar los solos a un nuevo universo.

´Impossible Germany´

Nels Cline se ganó un puesto en el panteón de guitarristas del nuevo milenio con su gentil labor en 'Impossible Germany', joya destacada y muy querida dentro de la discografía de Wilco. Cuando arrancan sus primeros compases en directo, el público ya aplaude impaciente. Y lo hace porque se predispone para dejarse engatusar con la magia de las seis cuerdas.

´Brothers in Arms´

Podríamos haber escogido 'Sultans of Swing' perfectamente. De hecho, ha habido duda hasta el final pero, llegado el momento de decidir un epílogo, mejor Brothers in Arms. Básicamente porque es de una delicadeza y una elegancia que diríase que la guitarra de Mark Knopfler es como ese bebé que, mirándote a los ojos aún sin saber las palabras, te habla.