Veinte años son suficientes para valorar la solidez y la consolidación de un acontecimiento. Es el caso del Festival de Poesia de la Mediterrània, que se celebra desde el año 1998 y que mantiene aun en la actualidad la vocación con la que nació: ser un punto de encuentro e intercambio de poetas del Mediterráneo. Para esta edición, los ejes que marcan la tendencia de esta cita son la denuncia del drama de las personas refugiadas, la reiteración de su compromiso con la libertad de expresión, la defensa de la riqueza que supone la diversidad lingüística y la recuperación y el homenaje a distintos autores de los que se celebran efemérides este año: el 150 aniversario de la muerte de Pompeu Fabra y el centenario de su publicación Gramàtica Catalana, el centenario del nacimiento de Maria Aurèlia Capmany y de Montserrat Abelló, el 25 aniversario de la muerte de Josep Maria Llompart y los 550 años de la muerte de Joanot Martorell.

Ayer, en la presentación de esta vigésima edición del festival, donde estuvieron presentes la consellera de Cultura, Fanny Tur; el conseller de cultura Francesc Miralles; la coordinadora de Cultura del Ajuntament de Palma, Francisca Niell; y el director del festival, Biel Mesquida, se destacó la diversidad artística de las diferentes citas del programa, en las que la poesía dialoga con otras disciplinas, como la música, la danza, el teatro o la imagen.

Las actuaciones, que se dilatan a lo largo del mes de abril, mayo y junio, se inician el próximo martes 10 de abril, a las 20 horas con el espectáculo A solas, a cargo de Isabel Vinardell y Isabelle Laudenbach, en la Sala Petita del Principal. Una de las citas que se destacó en la presentación es la del músico Pascal Comelade y el dibujante Max, ambos artistas de agendas apretadas, que estarán en el Teatre Principal ofreciendo L'evaporisme sonor, un "concierto dibujado"anunciado para el 13 de abril, a las 20 horas.

La Festa de la Poesia de esta edición, el gran día de la poesía, será el domingo 15 de abril en el Principal, y contará con catorce poetas, que se expresan en nueve lenguas distintas. El director del festival comentó que este año se recitará por primera vez en dos lenguas inéditas en este encuentro: el persa, o farsi, y la lengua criolla reunionesa, de la isla africana La Rényon. Los poetas abanderados del persa serán los iraníes refugiados Fatemeh Ekhtesari y Mehdi Mousavi, perseguidos y juzgados por su poesía. Mesquida apuntó que "nos traerán su terrible experiencia personal de prisión y condena por su poesía y toda la fuerza de su lucha", una lucha muy ligada al festival, que es un "espacio de combate" por la libertad, los derechos humanos, la justicia, la igualdad y la fraternidad entre los pueblos. En cuanto a la lengua criolla reunionesa, esta se escuchará en la voz de Kaloune, poetisa que el director describió como una "fuerza de la naturaleza".

La base de la palabra poética

Biel Mesquida reivindicó el Festival de Poesia de la Mediterrània como uno de los pocos festivales de poesía de Europa que "ha privilegiado la música como base de la palabra poética, como alma del poema". Esto es así porque el día de la Festa de la Poesia no hay más que el rapsoda y su poema: sin subtítulos ni traducciones.

"Queremos que el público escuche la música de la poesía en las diferentes lenguas", subrayó Mesquida. Las traducciones se encuentran en el libro que después edita la Conselleria de Cultura, donde cada uno puede hacer su lectura personal de los versos.