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Entrevista

Llucia Ramis: "El proceso catalán ha generado un periodismo de bandos"

"Hay la confusión de que todo el mundo se piensa que puede ser periodista, hecho que no es verdad"

La periodista y escritora Llucia Ramis (Palma, 1977). anagrama

Llucia Ramis presenta hoy a las 19 horas en Rata Corner Les possessions, libro que se alzó con el III Premi Anagrama de Novel·la. Estará acompañada por Josep M.Nadal Suau. La narradora de Les possessions viaja de Barcelona a Palma para poner freno a la espiral 'conspiranoica' de su padre, que tras jubilarse ha iniciado una batalla legal contra un presunto delito urbanístico. Entre la elegía, la crónica y el thriller, la mallorquina ha escrito "una novela de múltiples capas".

¿Qué ofrece al lector con Les possessions

Una reflexión sobre aquellas cosas de las que no se habla pero que están integradas en nuestra sociedad como la corrupción, por una parte, y las enfermedades mentales, por otra. Creo que tenemos la corrupción totalmente integrada y ya no nos damos cuenta de que todo funciona a través de favores. Quería explicarlo a través de una historia familiar, que intenta ser un retrato social.

¿Qué viaje emprende el lector?

Hará un viaje de Barcelona a Mallorca. Hablo de aquella Mallorca que casi ya no tenemos en cuenta. Hablo del concepto de la possessió, qué pasa cuándo pierdes un trozo de la isla. Creo que la vendemos muy barata y no somos conscientes del hecho que implica desprendernos de un trozo de Mallorca. Nos desprendemos de ella con mucha facilidad y ese terreno no volverá a ser tuyo. Hay un momento en que la narradora le dice a su madre que no pueden perder una casa en Mallorca pero cuando le pregunta si vendrá a cuidarla, le dice que no. Muchas veces nuestra generación (la de la Transición que somos hijos de la corrupción) lo da todo por hecho y no piensa que debe luchar por mantener aquello que tiene. Ya han luchado los otros por lo que tenemos, que creemos que nos lo merecemos, pero no luchamos por conservar lo que han conseguido las generaciones anteriores.

¿Por qué ambientar la novela en 2007?

Porque en 2007 había todas las pistas de lo que pasaría después. Es justo antes de la crisis oficial, ya estaba pero no se había verbalizado. Empezaban las redes sociales, los blogs y la gente comenzaba a confundir lo que era la información estricta con la opinión.

El tema del periodismo le ha ido como anillo al dedo.

El tema del periodismo me ha ido muy bien. Está representado por dos personajes masculinos, las dos parejas de la protagonista. Marcel es un periodista de la vieja escuela, muy estricto, minucioso, más veterano. En cambio, Iván, su pareja actual, es más intrépido, más aventurero, más temerario y no está tan pendiente de corroborar la información.

¿Y en el periodismo actual hay más Marcels o más MarcelsIvanes

Tendemos más a los Ivanes. El periodismo está en peligro de muerte precisamente porque, a través de las redes sociales, cada vez tendemos a defender nuestras ideas, nuestros políticos antes que averiguar si es verdad o no. En este sentido, el periodismo está muy desprestigiado, lo que conlleva que los empresarios no apuesten por él. Y si no se invierte dinero, no se hace buen periodismo. Se está muriendo. Además hay la confusión de que todo el mundo se piensa que puede ser periodista, hecho que no es verdad.

¿Cómo ha cambiado el periodismo con la implosión de las redes sociales?

Las opiniones van por encima de los hechos y hay la sensación de que el periodismo no es útil, que no sirve para nada. Si consideras que el periodismo no es útil, estás considerando que la democracia tampoco lo es.

¿Interesa que no haya un buen periodismo?

Un buen periodismo no interesa porque los poderes fácticos ya no tienen un arma para mantener el poder. No será a través del periodismo que mantengan ese poder, al contrario, está en peligro porque el periodismo desenmascara. La manera de lograr que ya no tenga esa fuerza es desprestigiándolo sin invertir dinero.

¿Qué papel ha jugado el periodismo en el proceso catalán?

El problema principal ha sido que se han hecho dos bandos. Se ve perfectamente. Los medios de Cataluña tienen una versión y los del resto del Estado, otra. La diferencia es que en Cataluña vemos las televisiones de España pero España no ve las catalanas. Al ver los mensajes y las imágenes que transmiten, uno se da cuenta de que no es la misma versión. Además te dicen que TV3 y Catalunya Ràdio son adoctrinadoras. Evidentemente hay una parte de opinión fuerte pero se intenta que haya una pluralidad. Te da una sensación de que tu defiendes lo tuyo porque si no el contrario se hace más grande. Esto genera un periodismo de bandos y, de cada vez más, se hace un periodismo de opinión. En los programas informativos todo son tertulias. El periodismo tiene un papel anecdótico cuando en la situación que vivimos es imprescindible para saber lo que está ocurriendo. Eso ha generado este doble discurso.

¿Es de ilusos pensar en el diálogo?

Es imposible que haya un diálogo porque hay una desconexión total, creo que voluntaria por las dos partes, porque las cuestiones son completamente diferentes. Es muy inquietante. No puede haber diálogo porque la información está totalmente distorsionada.

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