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Crítica de música

Palma, Berlín, Tokio

Orquestra Simfònica de Balears - Auditòrium de Palma

Orquestra Simfònica de Balears

Auditòrium de Palma

* * * *

Intérpretes: Daishin Kashimoto, violín. Joji Hattori, director.

Obras de Grieg, Sain-Saëns y Bizet.

22 de marzo de 2018

Nuestra Orquestra Simfònica sonó muy bien, otra vez, como nos tienen acostumbrados. Sus secciones, todas, tienen un nivel muy alto. Pudimos comprobarlo el pasado jueves cuando a las órdenes de Joji Hattori abrió y cerró el concierto con dos obras para orquesta, de una delicadeza exquisita. Primero fue la Suite Número 1 sobre temas de Peer Gent de Eduard Grieg, una partitura que ofrece mayoritariamente momentos muy líricos en los que la formación debe pasar del piano al pianísimo. Con melodías muy cantábiles que casi piden imágenes. Después, en la segunda parte, la orquesta siguió su buen hacer con la interpretación de la Sinfonía en do mayor de Bizet, con un resultado más que notable.

Y entre esas dos partituras, Sain-Saëns. El que desde hace nueve años es concertino de la Filarmónica de Berlín actuó de solista invitado en esa obra curiosa que es el Concierto para violín del compositor francés, una partitura difícil pero que seduce, sin cadencias pues toda ella es una cadencia. Daishin Kashimoto estuvo perfecto en su papel protagonista. No se llega a ocupar un sitio como el suyo en una de las mejores orquestas del mundo sin tener un nivel fuera de lo común. El intérprete de origen japonés demostró que es concertino en la capital alemana por méritos propios. Dio una auténtica lección de buen hacer, tanto en el aspecto técnico como en el musical. Los músicos y el público así lo entendieron, aplaudiéndole repetidamente hasta conseguir (no sin hacerse rogar) un bis.

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