T de Teatre es un valor seguro de la escena catalana, un valor que ahora festeja sus bodas de plata sobre los escenarios con E.V.A. Esta comedia dramática sobre el dolor, su poética y sus formas llega al Auditòrium de Palma del 6 al 8 de abril. Dirigida por Julio Manrique, el espectáculo hace un guiño a los 25 años de la compañía.

¿Qué queda de las T de Teatre de hace 25 años?

La esencia y el alma de la compañía es la misma. T de Teatre es humor. También destacaría la empatía con el público y el hecho de que la compañía trata temas con los que la gente se siente identificada sin dejar de lado el humor. Es verdad que hemos ido madurando, hemos experimentado con diferentes estilos pero nunca hemos dejado de decir las cosas con humor.

¿Han logrado que el público acuda a veros a vosotras cuenten lo que cuenten?

Un poco sí. Hay una masa de gente que acude a vernos a nosotras hagamos lo que hagamos. Tenemos un público fiel y, según el espectáculo que presentamos, enganchamos gente nueva.

Para celebrar sus bodas de plata sobre los escenarios han optado por una comedia dramática. ¿Qué plantea E.V.A. ?

E.V.A.es un espectáculo que trata el dolor pero es una comedia. Parece una contradicción pero sobre el escenario casa perfectamente. Cuando Julio Manrique nos propuso este tema, reaccionamos con un "ostras". La obra básicamente habla del dolor físico y del emocional, de esas heridas que en su momento no han cicatrizado y que finalmente uno es capaz de superar. La gente se siente muy identificada con este tema y los propios espectadores nos reconocen que durante la obra hacen un viaje emocional porque lloran, ríen... Es un espectáculo redondo a nivel musical y escenográfico.

Es la primera vez que se ponen a las órdenes de Julio Manrique. ¿Cómo ha sido trabajar bajo su dirección?

Teníamos muchas ganas de trabajar con él. Ha sido muy intenso y como actriz es duro porque es un hombre sin fin. Es muy incisivo pero es un placer trabajar de esta manera.

Es el octavo hombre que dirige las T de Teatre. ¿Sumar mujeres a la lista de dirección es un reto para esta nueva etapa?

Sí, sí, sí. Es uno de los temas que tenemos pendientes y nos lo fijamos como reto. Vamos trabajando con quienes nos apetece pero es verdad que ahora tenemos ganas de apostar por mujeres.

En estos 25 años, T de Teatre siempre ha hecho lo que le ha apetecido?

Sí, creo que ha sido uno de los secretos para continuar estos 25 años. Llegó un momento que decidimos hacer lo que nos apeteciera sin perder el sentido del humor. Siempre hemos hecho esto y es el secreto para haber continuado juntas. De lo contrario, seguro que nos hubiéramos desgastado. Además si alguna ha querido hacer algo fuera, dentro de lo posible, se ha respetado.

¿Y tras esas bodas de plata, qué retos se plantean?

Uno de los próximos retos es que nos gustaría trabajar con mujeres directoras y dramaturgas. Es un reto que tenemos muy claro. Otro es continuar haciendo lo que queramos.

Ha hecho algún que otro trabajo de dirección. ¿Se ve dirigiendo las T de Teatre?

He dirigido algunas piezas pero personalmente me siento más actriz que directora. Lo cierto es que dirigir piezas pequeñas es muy gratificante, me encanta. Es un trabajo muy chulo aunque sufres más como directora que como actriz.

Y si echa la vista atrás, ¿con qué buenos momentos se queda?

Es muy difícil decirlo porque hemos vivido muchos. Las giras han sido muy importantes porque pasas momentos muy divertidos, vives aventuras y desventuras. Esos momentos son irrepetibles. Pero también me quedaría con los grandes éxitos, como el de ¡Hombres! en Madrid. Fuimos para un mes y solo colgábamos el cartel de entradas agotadas y las colas daban la vuelta a la manzana. En Buenos Aires también fue la bomba. Fue impresionante.

¿De los diez espectáculos de T de Teatre recuperaría alguno?

De hecho, en abril recuperamos uno que lo vamos reincorporando. Se trata de Delicadas, que lo llevamos a Argentina 15 días. Delicadas es un buen espectáculo para ir recuperándolo porque por cuestiones escenográficas es viable retomarlo.