Todo el dinero del mundo
* * * ½
Nacionalidad: Estados Unidos, 132 min.
Director: Ridley Scott,
Actores: Cristopher Plummer, Michelle Williams, Mark Wahlberg, Romain Duris
Cines: Ocimax, Artesiete Fan, Cinesa Festival Park.
Hace medio siglo Jean Paul Getty llegó a ser el hombre más rico del planeta. Se permitió escribir ensayos como Cómo ser rico, explicando que lo difícil no era conseguirlo sino mantenerlo. La clave era mantenerse firme en sus principios y reforzar el clan familiar. Ambos preceptos le estallaron en la cara en 1973. Su primogénito estaba en Marrakech enganchado a drogas duras; cuando su nieto fue secuestrado por unos mafiosillos italianos el patriarca se negó a pagar el rescate. Sólo el paso de varios meses y una mutilación de la víctima le forzaron a entrar en razón.
De ese suceso el guionista David Scarpa (adaptando un ensayo de John Pearson) no ha logrado un libreto redondo. Se toma licencias creativas inútiles como adelantar la muerte del potentado o alargar el suspense tras el pago del rescate. Tampoco acaba de amalgamar bien las tramas. La codicia y mínima empatía emocional del millonario (Plummer) están demasiado subrayadas, y a la vez intentan emular a Ciudadano Kane. La del secuestro es muy realista, aunque con topicazos y abusando del morbo en la escena de la mutilación. En la del exespía intermediario (Wahlberg) no se explica qué hizo cuando la negociación estaba estancada. Sólo la de la madre (Williams) enfrentándose al exsuegro tiene bastante fuerza. En la realización, Ridley Scott sigue, para variar, a piñón fijo sin relumbrar ni patinar. La banda sonora cumple también la orden de subrayar más que levantar. Y ninguna de las actuaciones pasa del notable. Aún así la película es un interesante docudrama, y recuerda que el motor de muchos billonarios es la codicia y, no pocas veces, la mezquindad.
