Mientras ARCO adquiere velocidad de crucero, todavía colea la decisión de la dirección de Ifema, entidad propietaria del espacio donde se celebra la feria, de solicitar a la galerista Helga de Alvear -una de las veteranas de ARCO- la retirada de la obra del artista madrileño Santiago Sierra Presos políticos en la España contemporánea, una serie de veinticuatro fotografías que mostraban los rostros más o menos borrosos de los Jordis, Oriol Junqueras o los acusados de dar una paliza y a sus parejas en Alsasua. El miércoles, poco antes de las diez de las mañana, dos horas antes de que oficialmente se inaugurase la feria, Helga de Alvear atendió a la "solicitud" de Ifema y retiró las piezas, mientras que el director de ARCO, Carlos Urroz, se desmarcó de la "sugerencia" de Ifema y afirmó que "no comparto esa decisión. Me parece una idea malísima". En sus 37 años de existencia, ARCO nunca había vivido una situación de censura como ésta.

Ayer por la mañana, el muro donde horas antes colgaba la obra de Sierra -adquirida por el empresario catalán Tatxo Benet por 80.000 euros- se convirtió en un lugar de peregrinación para curiosos y activistas que quisieron llamar la atención. Los medios de comunicación también invadieron el lugar y todos los telediarios conectaron en directo con el muro como fondo de sus crónicas.

La decisión de retirar la obra no ha gustado a los mallorquines presentes en ARCO, desde galeristas hasta artistas, aunque algunos, como los responsables de las galerías Kewenig y Louis 21 (L21), no quisieron opinar al respecto para no dar más recorrido a la polémica.

El veterano Pep Pinya, director de Pelaires, sí que se mojó y afirmó que "Ifema se ha equivocado. Seguramente estas piezas habrían pasado sin pena ni gloria si no se hubiera dado esta polémica". Sobre la decisión de Helga de Alvear, compañera galerista desde la primera edición de ARCO, de aceptar la sugerencia de Ifema de descolgar las piezas, Pinya comentó que "me parece bien lo que ha hecho Helga porque a fin de cuentas no estás en tu casa y si te dicen que la quites, tienes que hacerlo. En cualquier caso, reivindico la libertad de expresión ante todo. Si en lugar de Presos políticos se hubiera llamado Políticos presos, seguro que no hubiera pasado nada".

El galerista Horrach Moyá compartió con Pinya su descontento con la decisión de Ifema: "No entiendo muy bien la decisión de retirar esa obra, sobre todo en este contexto, en el de la primera feria de Arte de España. No es necesario retirar ninguna de las obras que están expuestas". En cualquier caso, el mallorquín tenía muy claro que no habría retirado la pieza: "Yo la habría mantenido con todas la consecuencias que pudiera acarrear, que no sé cuáles podrían ser. Segurísimo que la habría mantenido en el stand". El artista mallorquín Guillermo Rubí, que muestra su obra en Pelaires, afirmó que "parece que el criterio del director de Ifema es mayor que el del director de ARCO y el de la galerista. Yo, como todo el sector, estoy en contra de que la hayan retirado".

El artista palmesano aseguró que casos como éste no afectarán a su libertad artística: "Yo seguiré actuando como hasta ahora, haciendo lo que me gusta. Tengo el apoyo de mi galerista, que siempre me ha permitido hacer lo que quiera y yo se lo agradezco. No voy a estar condicionado por ningún tipo de presión, gusto o polémica que pueda afectar a mi obra".

El joven Ian Walder, artista de L21, opinó que "esto es significativo de lo que estamos viviendo, como ocurre con Valtonyc. Me parece estúpido que por el hecho de hacerla descolgar va a pasar más desapercibida. Le ha venido muy bien a Helga, que la ha vendido. También entiendo su postura de retirarla porque podría haber resultado afectada y no deja de ser una empresa a la que colocan entre la espada y la pared. Yo no la hubiera quitado".