Una generación de gentes de teatro muy preparada pero maltratada por la crisis. En su premiada 'Comviure' habitan entre cuatro paredes conflictos derivados del actual "capitalismo salvaje"

Diego Ingold, Joan Fullana y Juan Tomás Martínez sorprendieron al público cuando en un espacio inusual, un piso real, quince espectadores se encontraron de cara con problemas como la imposibilidad de encontrar un alquiler a un precio decente, una ciudad convertida en un parque de atracciones por ser reclamo turístico y otras derivaciones de hoy en día del "capitalismo salvaje" como indica Joan Fullana. Su obra Comviure es un riesgo que se está saldando con el aplauso del público -en su estreno el pasado año se vendieron todas las entradas, y repetirán en la próxima primavera-, y ayer se les concedió el premio d'Arts Escèniques Ciutat de Palma.

"Ha sido una sorpresa. Es una obra con concepto experimental que rompe las fronteras de la teatralidad y el juego del espectador. Es una obra peculiar", describe Joan Fullana.

En unos años de precariedad, las artes escénicas se han saltado muchos hábitos, han salido a la calle y se han hecho afines a las barras. Los premiados proceden de esta tabla de salvación nacida de la precariedad, "pero no es ésta la que nos define, sino el que pertenecemos a una generación de teatro muy preparada, que ha estudiado y trabajado fuera. Por falta de recursos nos vemos obligados a romper esquemas para encontrar estrategias que nos acerquen al espectador", indica Fullana.

Agradecido al público de Mallorca, recuerda que "el teatro sin el espectador no es nada, puesto que es su eje central", en Comviure el equipo de actores entre los que se encuentra Clara Ingold y la veterana Aina Frau, además de Maria Bauçà, Esther López, José Artero y los tres ya mencionados, pone a prueba al espectador frente a problemas derivados de los desahucio, de la gentrificación.

"Planteamos una situación límite peor no da soluciones; Palma sigue una inercia autodestructiva que nos está llevando a convertirnos en un parque temático. Más allá de que sea un tópico, es una realidad: todo lo que antes se enfocaba para el que vive en la ciudad, ahora ésta se presenta para el que la visita. Vivimos una situación de capitalismo salvaje, pero insisto, en nuestra obra no damos soluciones", aclara Joan Fullana.