El Teatro Principal ha acogido esta noche la gala de los Premis Ciutat de Palma 2017. En esta edición, han vuelto las categorías de arquitectura y de audiovisuales, algo que ya se avanzó en la gala de los premios del año pasado. En total se han entregado nueve premios.

Guillem Aloy Bibiloni ha sido el primero en subir a recoger el premio de investigación por Atles d'arquitectura teatral a Palma. Ciutat, arquitectura i espai escènic, análisis que establece una relación entre la arquitectura de los espacios escénicos, la trama urbana y la memoria de la ciudad. En el caso del premio de cómic, el elegido ha sido Andrés G. Leiva (Córdoba, 1959) por Uno de esos días, una obra de "extraordinaria calidad gràfica", según la valoración del jurado.

Diego Ingold, Joan Fullana i Juan Tomás Martínez han conseguido el premio de artes escénicas por Comviure, una obra que invita a pensar sobre las nuevas formas de convivencia, el modelo turístico, la soledad y las redes sociales, entre otras cosas.

En artes visuales la premiada ha sido la artista mallorquina Bel Fullana (Son Carrió, 1985), por Marquinha, de la cual se ha valorado su innovación en la práctica de la pintura, arriesgada y desacomplejada.

El Premi Bonet de Sant Pere de Música a la mejor grabación musical ha sido para el álbum Folk Souvenir, de Joana Gomila, editado por Bubota Discos. El jurado ha valorado su "solidez y coherencia artística".

El director del documental Vida i mort d'un arquitecte (2017), Miguel Eek Quesada (Madrid, 1982), se ha alzado con el premio de audiovisuales precisamente por esta pieza, que investiga uno de los asesinatos más sórdidos de la historia de Mallorca, el del arquitecto Josep Ferragut, en 1968.

El premio Guillem Sagrera d'Arquitectura se lo han llevado los arquitectos Francisco Pizà (fallecido en 2016), Mº José Duch Navarro, Eva Prats Güerre y Ricardo Flores por la Rehabilitació Integral del Casal Balaguer. Según los compañeros del que fue uno de los arquitectos más importantes de Palma, este premio es un homenaje al trabajo de Francesc Pizá.

En el caso del premio Llorenç Villalonga de novela, ha sido Francesc Puigpelat Valls (Balaguer, 1959) por L'amant de Rebis, una novela entre policíaca y fantástica. Y terminando con las letras y con los premios, las poesías de L'ordre de les coses, de Carles M. Sanuy Bescós (Balaguer, 1959) han sido las que según el jurado merecían el premio Joan Alcover de poesía, por su calidad formal, caracterizada por el vigor métrico i rítmico. Y que no falte la anécdota: ambos premiados son del mismo pueblo y de la misma quinta, y aseguran que eran muy amigos y bastante gamberros. Sanuy, además, ha dedicado el premio a los "represaliados políticos de Catalunya".