El reto está bien definido: dos meses para escribir un texto sin acotaciones para dos intérpretes que realizarán una lectura dramatizada? y listo para que los cuatro autores se batan en las tablas del Teatre Mar i Terra en el Torneig de Dramatúrgia, del que hoy se inicia su cuarta edición a las 20 horas. Las obras serán "palabra pura", como dice una de las autoras, Aina de Cos. O "palabra viva", según otro de los participantes, Sebastià Portell. Puras o vivas, serán palabras que se verán las caras, y tendrán que convencer al público, que elegirá el que será el nombre ganador esta liga: Aina de Cos, Sebastià Portell, Vicka Duran y Joan Fullana.

El desafío ha sido más o menos fácil para Aina de Cos, que en 2016 estrenó su primera obra como dramaturga, Només quan plou: "Estoy acostumbrada a escribir para solo dos intérpretes porque he escrito bastante microteatro". Lo más complicado, dice, ha sido escribir sin acotaciones, lo que supone que el autor tiene que conseguir solo con las palabras y el trabajo actoral que el público sepa qué es lo que está pasando. "Es teatro puro", sentencia De Cos.

"Las normas (del Torneig) condicionan mucho al autor, porque hace que se base todo en la palabra cuando, como dramaturgo, sueles escribir pensando escénicamente. Pero es muy interesante, y requiere agudizar el ingenio". Lo dice el director de la serie que emitió Ib3, Mai neva a Ciutat, Joan Fullana. Fullana, que tiene carrera en el mundo del teatro, explica que el hecho de trabajar por encargo y la "presión" de tener una fecha de entrega le ayudaron a encontrar lo que quería escribir: "La presión hace que acabe saliendo lo que querías contar".

Sebastià Portell bromea diciendo que con las condiciones que les dieron ha sido como estar "ligado de manos y piernas". El autor de L'endemà de la fedra (2014), cuenta que su forma de escribir es, precisamente, "antipautas". "Tengo clara la estructura y lo que quiero decir, y suelo trabajar por fragmentos, por escenas en el caso de teatro. En cambio, la creación para el Torneig requería una continuidad", explica Portell. Aún así, asegura que se siente satisfecho del texto y con ganas de ver qué vida puede tener más allá del torneo.

La creadora Vicka Duran mantiene que para ella es un "mérito" participar en el torneo, aunque también comenta que el proceso de creación ha sido "todo un experimento". "Yo trabajo con textos o imágenes y con actores, voy moldeando el texto con los intérpretes. Del texto para el torneo no se puede tocar nada", cuenta Duran. "Ya veremos", dice la autora de Doménica (2015), "estoy contenta con el resultado, porque he hecho lo que he querido y he trabajado de una manera muy diferente", sentencia.

"La cultura no es un lujo"

Aunque sean rivales, hay algo en lo que los cuatro dramaturgos están de acuerdo: en las islas no falta talento, falta infraestructura, recursos y reconocimiento.

Vicka Duran está segura de que "aquí somos muy creativos". Joan Fullana se aventura a decir que "nunca en la historia la plantilla de las artes escénicas había sido tan grande" en las islas. Según Portell, "ahora mismo hay una efervescencia creativa importante". Pero falta, dice de Cos, "programar a gente de aquí, además de dignificar la profesión. Se necesitan más ayudas y más apoyo que garanticen que trabajemos en unas condiciones óptimas". Y Portell añade que también es necesario "que los gobernantes crean que la cultura no es un lujo, sino una necesidad".

Es por todo esto que los cuatro valoran tanto participar en el Torneig de Dramatúrgia, que "da voz" a autores originales de las islas y en el que, al final, la competitividad, según Fullana, es "muy relativa": "El foco está puesto en dar la oportunidad a cuatro autores de leer su texto delante de un público y con actores profesionales. Esto ya es un premio". Sebastià Portell también ve como ganadores a los cuatro, por las dificultades que tiene una obra de llegar a escena: "Siendo uno de los autores del Torneig ya sabes, antes de que nazca la obra, que será leída en un teatro, y podrás ver qué vida tiene el texto. Además, haciendo que sea el público que vote para hacer ganadora una obra, lo pone en el centro, le está diciendo que su opinión es importante". Vicka Duran manifiesta su orgullo de poder competir con "gente tan potente", y Aina de Cos dice lo que, seguramente, piensan todos: "participar es un premio, sí, pero ganar siempre hace ilusión".

Ahora es suya, pero cuando se cierre el telón, solo el público tendrá la palabra.