Carla Pires emocionó y se emocionó este sábado por la noche en el Auditorium de Palma. La cantante portuguesa presentó su último disco, Aquí, demostrando con su interpretación que es una de las mejores representantes de la última generación de fadistas del país luso.

Pires mostró Lisboa y Portugal en sus canciones, el amor y del desamor, la esencia de una música que es el sentimiento en su máxima expresión. Y lo hizo con el fado clásico, homenajeando a su referente, referente universal, Amalia Rodrígues, y con guiños a otros estilos musicales como el tango o la samba brasileña.

Y conectó. El público disfrutó con la dulzura de su voz, fantásticamente aderezada con la guitarra portuguesa de Bruno Mira y la clásica de André Miguel Santos.

Pires regresa de una exitosa gira por Japón, en la que ha llevado la emoción del fado a un país al que la música portuguesa encandila de forma especial.

Entre el público de ayer, muchos extranjeros, especialmente alemanes. Todos entonaron, bajo la dirección de la fadista, algunas de las canciones. Al finalizar, Carla Pires dijo entre lágrimas mostrarse "especialmente feliz" de la emotividad con la que los asistentes le habían acompañado durante el concierto.