La Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca incrementó durante el 2017 un 6,77 por ciento sus visitas. En concreto, fueron 57.640 las visitas que, según informaciones de la fundación, pasaron por las salas del lugar, que dirige Francisco Copado. En 2016, en cambio, fueron 53.983. "Esto es el recuento de las visitas reales, de cada vez que se saca un tique", precisa Copado.

El director de la Fundació Pilar i Joan Miró explica que a partir de los meses de marzo y abril ya se percibe una mayor afluencia de personas en el centro, lo que relaciona con el turismo. Especialmente porque la afluencia decae a partir de noviembre: "Desde marzo hasta noviembre hay más movimiento, para nosotros octubre aún es un buen mes".

Según Copado, hasta 6.500 alumnos, con sus profesores, estaron en la fundación con visitas escolares organizadas; además, explicó que unas 15.500 personas acudieron al lugar con entrada gratuita y unas 13.300 aprovecharon la entrada reducida.

El Solleric más abierto

También en el Casal Solleric, según el director general de Artes Visuales y Programas Públicos del Ajuntament de Palma, Sebastià Mascaró, la cantidad de visitas aumentó en 2017. "De enero a diciembre del 2016 tuvimos 43.748 visitas, mientras que este pasado 2017 hemos llegado hasta 48.772", apunta Mascaró.

El director general no relaciona esta subida de visitas con la gran circulación de turistas en la isla el verano pasado, sino con dos de las exposiciones "más potentes y que más éxito tuvieron" del Casal Solleric en 2017: Toni Catany. D'anar i tornar, la muestra de 140 fotografías del llucmajorer, de las cuales un 70 por ciento eran inéditas, y que estaban acompañadas por algunos de sus objetos personales; y la exposición Intransicions, de Fernando Sánchez-Castillo. Esta muestra profundizaba en el movimiento estudiantil de 1968 en México, reprimido en la masacre que tuvo lugar en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, además de los disturbios estudiantiles en España durante la década de 1970.

El director general comenta que fue en abril de 2017, cuando se presentó la muestra de Catany, que se percibió una mayor cantidad de visitas. De la misma manera, septiembre destaca, explica Mascaró, "porque es un mes muy dinámico, ya que tenemos la Nit de l´Art, y fue cuando presentamos las exposiciones de Sánchez-Castillo, y la de I want to be, de Carmela García". Además, continúa Mascaró, "septiembre es cuando se presenta el programa del próximo año -en este caso 2018- y suele haber diversas inauguraciones".

Aparte, Mascaró incide en que las novedades para "abrir más el Casal Solleric a la ciudadanía", como las mesas redondas con profesionales del arte o las visitas de los colegios, sobre todo de primaria, en las que realizan distintos talleres, ayudaron a animar la afluencia al centro. "Ahora el Solleric tiene una vida por las mañanas que antes no tenía", asegura.