La Strauss Festival Orchestra ofreció ayer su clásica interpretación en palma. Esta producción musical, que suma ya 28 años de gira por diferentes países y cinco millones de espectadores, recaló en el escenario del Auditòrium, acompañado del Strauss Festival Ballet Ensemble. El programa, inspirado en la tradicional cita musical que cada año se celebra en Viena, incluyó piezas como Napoleón, Fiesta de las flores, El vals del emperador o Champagne, El Bello Danubio azul y la marcha Radetzky que, acompasada por las palmas del público, suele cerrar este concierto.