La Compañía Eduardo Guerrero finaliza el año natural de representaciones con el Ciclo de Danza 2017 Auditòrium-Air Europa, tras diversas actuaciones en los últimos meses de otros bailarines como Víctor Ullate y Sara Baras. "Cerrar un ciclo es bonito y más sabiendo que grandes artistas han participado", afirma Eduardo Guerrero, bailaor y protagonista del espectáculo que se presenta mañana en el Auditòrium de Palma a las 21.00 horas. El artista, ganador del XVI Premio del Público del Festival de Jerez, vuelve a Mallorca tras actuar en el espectáculo de las Minas. "Es la primera vez que traigo mi espectáculo en solitario a Palma", confiesa.

El callejón de los pecados es el nombre de la actuación en la que el artista hace un homenaje especial a Cádiz. "No busco mostrar lo superficial de mi ciudad, sino representar en mis coreografías la vida y la historia de un callejón", que separaba la ciudad nueva con el casco antiguo. El callejón del duende es el nombre original de la calle que ha sido testigo de romances, bandoleros y peleas que acaban siendo "pecados".

Durante todo el espectáculo, ya presentado en grandes ciudades como Japón, Moscú, Nueva York o Buenos Aires, el bailaor gaditano juega con el movimiento de luces y el código de miradas de entrada y salida entre los cantaores que simulan en escena el callejón.

La música está hecha para la obra, "es original". El elenco musical está formado por los cantaores Emilio Florido y Manu Soto y las guitarras de Ramón Amador y Javier Ibáñez que se subirán al escenario. "Es un guiño a Cádiz, pero no el folclore típico", añade el amante de la danza.

El arte flamenco en esta ocasión resalta con un vestuario característico de la función, un "juego de los cajones", en los que el bailaor se mueve encima de ellos y genera percusión, y una voz en off que recita palabras del poema de Téllez con el fin de dar movimiento al baile, a través de la voz.