Ha dedicado una vida entera al saxo con una trayectoria de alto reconocimiento. ¿Cómo valora hoy día su legado en la música?

Todo empezó en mi familia. Nací en una familia entregada a la música, que siempre ha conformado una gran banda. Mis hermanos tocaban el trombón y la batería y siempre que íbamos a la iglesia cantábamos y practicábamos mucho, ya que disponíamos de un piano. En casa era igual. Sin ellos no se entiende que haya podido hacer todo lo que he hecho, así que el legado es el que mi familia ha dejado en mí.

Si no hubiera sido el saxo, ¿qué instrumento habría hecho suyo?

Probablemente el piano, o algo similar como el órgano. Empecé a tocarlo en casa cuando tenía cuatro años. Cuando vi a mis primeros ídolos en el escenario con esos ritmos que me encantaban le dije a mi madre que quería tocarlos, a lo que ella me respondió que con el piano no era lo suyo, que un saxo sería idóneo. "Bueno, pues quizás pueda hacerme con uno de esos", me dije. Y aquí estoy.

A lo largo de su carrera ha compartido escenario con nombres como James Brown, Keith Richards o Prince. ¿Lo imaginó cuando empezó, junto con su familia, en el mundo de la música?

No, no tenía ni idea. Pero tenía una cosa clara: cuando veía a ídolos como Charlie Parker saliendo en las noticias por sus problemas con la drogadicción, sabía que el mundo me estaría observando por si hacía alguna cosa mal. Era una cosa que desde un principio ocurriría. A muchos músicos no les importan las consecuencias de sus actos, pero me prometí a mí mismo que no haría esas cosas tan locas y estoy muy orgulloso de haberlo conseguido.

Desde entonces la música ha cambiado mucho. ¿Cómo valora la escena musical contemporánea?

Pienso que cada uno hace lo que hace y a cada uno le gusta lo que le gusta. Ahí fuera hay un mundo muy grande. Estoy agradecido de que haya gente a quien le guste lo que yo hago. Soy una simple tecla en el piano, y esa tecla alguna vez tiene que ser tocada. Ninguna tecla es más importante que la otra, pero estoy orgulloso de que mi nombre, mi carrera, sean una de las teclas que a veces deben ser tocadas.

¿Cree que hay relevo generacional en el jazz?

No estoy en una situación en la que pueda figurarme esa realidad. Incluso no sé hasta que punto debería preocuparme. No sé qué relación hay entre un estilo musical y quién lo practica. Hay gente que aprende, hay gente que enseña? Mira, yo hago lo que hago y lo aprecio. No quiero sonar redundante, pero seguiré siendo una tecla de un piano que está repleto de tipos de música. Hay infinita variedad en ellos, y eso es bonito. Es como la comida, los dulces o los helados: hay muchos tipos. Para mí ocurre lo mismo en la música. Hay muchos tipos de gente en el mundo, así que es inevitable. ¿Cómo está el panorama hoy en día? Bien. Los jóvenes tienen un montón de posibilidades para elegir libremente.

¿Y en los oyentes? La semana pasada, en el concierto de Al Di Meola, había una gran presencia de gente adulta y pocos jóvenes.

¡Claro que lo hay! Los jóvenes tienen infinidad de avenidas que tomar para llegar a lo que realmente quieren. Estoy contento de estar en un mundo donde los jóvenes puedan elegir qué música escuchar o qué hacer con su vida. No hay nadie que te diga: "No, no debes hacer esto". O eso creo, ¿no? Eso es genial.

Es uno de los protagonistas del Jazz Voyeur. ¿Tiene alguna referencia de jazz en Mallorca?

No sé si alguna vez habrá llegado a mis oídos algo de la isla. Tampoco importa. Vengo a Mallorca a ofrecer un buen show y a hablar de una cosa que trato de llevar conmigo alrededor del mundo: el amor. Quiero hacer entender a la gente, y no una, ni dos, ni tres veces, que todo trata sobre el amor y que amo a la gente que está ahí. Incluso los que no están ahí. Para mí el mundo necesita amor y es lo que yo promuevo.

Después de más de cincuenta años dedicados a la música, sigue haciendo hasta 290 conciertos al año. ¿Cómo se aguanta un ritmo tan frenético?

Es una situación que me encanta. Me apasiona viajar alrededor del mundo, yendo de lugar a lugar, de país a país, haciendo lo que hago. No soy el único, hay mucha gente que encuentra su hogar viajando y compartiendo ahí fuera su música. De hecho, la banda que me acompaña es de distintas partes del mundo. Está claro que James Brown, y también en cierta medida Prince, han influido mucho en ello. Soy conocido por mi trabajo con ellos y muchas veces me piden que interprete alguno de sus temas, así que solo puedo estar agradecido por ello y por tener la oportunidad de ser yo ahora quien exprese mi palabra. Mi obligación ahora con el mundo es que la gente se olvide de todo aquello que no tenga que ver con el amor."El tiempo favorito de mi carrera fue el que compartí con Prince, era memorable en el escenario"

¿Dónde encuentra Maceo Parker la inspiración al componer?

He asumido que he nacido para hacer lo que estoy haciendo. Me inspira hacer sentir mejor a la gente que viene a los conciertos, ver sus sonrisas. No hay nadie que predique el amor como lo hago yo. Hay gente que pide la paz en el mundo, pero sin el amor no se puede luchar por eso. Quiero que la gente crea que todo es posible. Mi inspiración es seguir esparciendo ese mensaje.

Si tuviera que destacar su momento favorito en su carrera, ¿cuál sería?

Probablemente alguno relacionado con Prince. Con él compartí bellos momentos fuera del escenario y parte de su vida, pero en el escenario también era memorable. Es lo que me viene a la cabeza cuando me formulas la pregunta: mi etapa con Prince. Me encantó compartir una parte de mi carrera con él.

¿Qué consejo le daría un reputado y experimentado músico como usted a alguien que empiece en esto del jazz?

Encontrar aquello que quieren llegar a hacer. Ese sería mi consejo. También sería un consejo para los maestros: encontrad en los niños aquello que quieran realizar y ayudadles. Es importante encontrar lo que los jóvenes quieren ser y hacer lo posible para que eso se cumpla. Y por su puesto el amor. Lo siento, pero tengo que incluirlo aquí también (ríe). Inculcarles el amor. Al igual que el que yo propago; o el que siento al recordar mi etapa con Prince; o tú y yo hablando ahora mismo.