La escritora María José Codes explora el dolor y el olvido en su obra Los intactos, ganadora del XXV Premio de Novela Breve Juan March Cencillo. En la presentación de ayer, la autora explicó que comenzó a reflexionar sobre el tema del dolor y el olvido en junio de 2014 tras ver la fotografía de la instalación Habitación del olvido de Alicia Framis. "Era un cubo transparente que contenía una gruesa capa de Metyrapone en polvo, un fármaco que bloquea los recuerdos traumáticos. La instalación era tan sugerente que era inevitable preguntarse qué papel tiene la memoria y el dolor en cada uno", confesó. A partir de aquí, recordó la novela de J.L Carr Un mes en el campo y decidió convertir en uno de sus personajes al restaurador Birkin.

En Los intactos sus protagonistas conviven durante unas semanas en una casa aislada del norte de Inglaterra. "Como diría Ricardo Piglia, en una novela corta toda la historia se enlaza alrededor de un secreto, un vacío de información que los personajes tienen y no dicen al completo. En mi obra, toda la historia gira en torno a dos mujeres y el secreto que las une", acotó la autora.

"La atmósfera es inquietante y su intriga se sostiene con gran habilidad en lo no dicho, bajo una tensión narrativa trazada de manera magistral. La novela de Codes explora el camino del olvido y su pacto con el dolor, imprescindible para la reconstrucción de la identidad", destacó el jurado presidido por el escritor y colaborador de este periódico, José Carlos Llop. "Desde el primer minuto el lector se embarca en un misterio inquietante", remarcó. "Nos gustó por el relato y por la manera de manejar el estilo literario. Tiene diferentes planos narrativos. Codes es una maestra en contar lo que no dice. Y precisamente esta especie de capas de cebolla es de lo más interesante que tiene la novela", comentó Llop. Por su parte, el editor de Pre-Textos y también integrante del jurado, Manuel Borrás, sentenció que Los intactos "es una obra muy inteligente que me cautivó desde la primera página".

Llop recordó que para conmemorar el XXV aniversario del Premio Juan March Cencillo querían que la novela ganadora fuera superior a la media, un reto que "solo nos lo podía regalar el azar". Y el azar acertó. El jurado hizo especial hincapié en la gran calidad literaria de la obra ganadora que permite celebrar "de manera impecable" las bodas de plata del galardón, un galardón que en toda su trayectoria ha descubierto nuevas voces de la narrativa y ha afianzado otras de innegable prestigio. "Quedamos sorprendidos porque no conocíamos a María José Codes y la novela había causado una excelente impresión entre los miembros del jurado", confesó Llop. Por su parte, Codes aseguró que recibir esta distinticón "es una tarjeta de visita, un broche de oro que me coloco y que luciré siempre que pueda". También reconoció que es un honor estar en Pre-Textos. "No me interesa la fama pero el prestigio sí porque es un reconocimiento a tu trabajo".