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A tiro

Campos de nabos

El tema es antiguo, sólo que ahora hay quien se atreve a alzar la voz en la isla, con las consecuencias que puede conllevar algo así en un espacio tan pequeño. Las Sweet Poo Smell no hicieron una crítica baladí el otro día a raíz de su participación en la Fira del Disc. Es más, creo que poner en solfa la propuesta (o mejor dicho, cómo se desarrolló ésta) de montar un escenario donde tocaron exclusivamente mujeres va mucho más allá de reprender a los organizadores de la cita. De hecho, no veo por ningún lado ataque personal o ánimos de herir a nadie por parte de las Sweet, sino la libertad de dar su opinión y constatar además algo que les parece un hecho en el mundo de la música: que los escenarios principales y las mejores horas para actuar son auténticos "campos de nabos", citándolas textualmente. Una circunstancia sobre la que no se reflexiona de manera crítica y que desemboca en el sempiterno argumento: "Yo sólo me fijo en la música, no me importa el sexo". Entonces, ¿por qué las segregaciones? ¿Por qué tocan a peores horas? ¿Gustan menos las bandas de mujeres (no hablo de solistas de pop, que es harina de otro costal)? ¿O es que tienen menos oportunidades para mostrar su trabajo y por extensión agradar? La crítica (o reflexión) en público de las Sweet Poo Smell me ha gustado. Las mujeres vivimos reprimiendo la reivindicación de un espacio legítimo por no parecer obsesivas, envidiosas o antipáticas. Hay todo un entrenamiento en contener el mosqueo que produce ser ninguneada. A algunos hombres les molesta mucho que se les llame la atención o se les dé un toque por estas cuestiones y se apresuran en hacerte ver, normalmente de forma sutil, que andas reclamando un sitio que posiblemente no te mereces o que directamente no entiendes nada. Una lástima.

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