El día minimúsica sirvió este sábado un menú de lo más divertido para disfrutar en familia. Los más pequeños de la casa se lo pasaron en grande con la variedad de talleres lúdicos y educativos organizados para la ocasión. Aprendieron a crear coques de la mano del chef Miquel Calent, construyeron numerosas guitarras de cartón, inmortalizaron su paso por el festival en el photocall de Vueling que les permitía viajar a cualquier lugar del mundo a través de su imaginación, celebraron carreras de robots con Tecnoaprendo, experimentaron con el minihuerto urbano y construyeron con tapices bordados la casita de la felicidad.
Por supuesto hubo música, mucha música y de calidad. Se programaron conciertos de primer nivel que hicieron las delicias de la familia al completo. A media mañana fue el turno de la degustación musical de Marino e Marini, Leonmanso, Zulu Zulu o Sr. Nadie. Mientras los niños movían sus caderas, fueron muchos los padres que encontraron su momento de relax para degustar un apetecible vermut.
El punto fuerte llegó pasadas la una del mediodía. Joan Miquel Oliver aparecía sobre el escenario. Niños y padres aguardaban sentados en la alfombra colocada para hacer más cómo el concierto. Tras su saludo inicial, invitó a los niños a taparse los oídos. "El pasado domingo tuvimos que suspender el concierto en Sant Cugat. Dedicamos esta actuación a toda la gente innocente que fue castigada de una manera salvaje". Sus palabras arrancaron el aplauso del público que disfrutó de su recital. Miqui Puig cogió su testigo. Tras reponer fuerzas en los Food Trucks, la buena música continuó con Pau Riba acompañado de su hijo. Magneto Dj fue el encargado de bajar el telón.
Entradas agotadas
Un total de 1.200 personas disfrutaron de El día minimúsica, un festival que en esta segunda edición ha vuelto a colgar el cartel de entradas agotadas. Nuria Muntaner, directora de Minimúsica, no descartó que de cara al año que viene se pueda ampliar el certamen y se celebren dos jornadas. Razonó que el secreto del éxito es que programan música que gusta a los mayores. "Tanto niños como padres pasan un buen rato y todos son felices. Esta es la clave del éxito", explicó.
