El Jazz Voyeur, festival que durante nueve años subió a los escenarios de la isla a destacadas figuras de este lenguaje musical, desde Herbie Hancock a Paquito D´Rivera, regresa este otoño con cuatro conciertos en el Trui Teatre y dos primeras espadas internacionales: el guitarrista Al Di Meola y el cantante y saxofonista Maceo Parker, ambos estadounidenses. Completan el cartel de esta décima edición Andrea Motis & Joan Chamorro Quartet y la South Carolina Gospel Chorale.

Esta cita con el jazz no se celebra en Mallorca desde 2012, cuando su director, Roberto Menéndez, decidió dejar de convocarla "involuntariamente" por una serie de "complicaciones" derivadas "de lo difícil que estaba el mercado".

"El mercado -añade Menéndez- está mejor que hace cinco años. El IVA era una gran losa y su bajada nos permite un poco más de margen. Las dos últimas ediciones del Jazz Voyeur fueron un verdadero desastre, se perdió mucho dinero. Nunca olvidaré el último concierto, en 2012, en el Teatre Xesc Forteza, con un cuarteto de góspel, sin técnicos, lloviendo y con una caída que sufrí y me dejó convaleciente. Era la señal de hasta aquí hemos llegado", recuerda.

Según el promotor, "en Mallorca pasan ahora más cosas, está de moda en el mundo, es un sitio deseado, y nosotros también estamos más motivados", a pesar de que el apoyo institucional no se ha producido en este regreso. "Lo tuvimos en la primera etapa pero en esta ocasión llegamos un poco tarde y nos quedamos fuera de las subvenciones. Confío en que lleguen el año que viene".

Menéndez reconoce que "diez ediciones son muchas para un proyecto sólidamente independiente" que siempre ha estado ligado "al sector privado", deseoso de "crear nuevos públicos y apostando por la excelencia". No obstante, confiesa que resulta "muy difícil volver con un proyecto que durante cinco años quedó parado, si bien es verdad que en todo este tiempo no he parado como promotor, con conciertos tan imporantes como los realizados en Mallorca por Tom Jones o George Benson, ambos en Port Adriano".

"Quiero que el Jazz Voyeur vuelva a recuperar un lugar en la oferta cultural de Palma. Esto es una siembra para otros diez años", asegura.

El regreso del festival se producirá este otoño, "cuando baja la oferta de espectáculos", y tendrá en el Trui Teatre su cuartel general. "Tiene buena acústica, aparcamiento, un aforo para 1.200 personas y está en Palma", destaca.

Será la primera vez que el Trui se asocia con el Jazz Voyeur, teatro que ha presentado una "muy buena actitud" ante este proyecto, a diferencia de otros, como el Principal, "donde no encontramos la más mínima receptividad", o los responsables del Palacio de Congresos, que "tampoco mostraron interés alguno".

Menéndez, un veterano en su profesión - "ya tengo canas y llevo más de 30 años en esto"-, promete "buenos conciertos y buen sonido" en los cuatro conciertos de este año, cuyas entradas se venderán con precios todavía por definir, aunque adelanta que serán a partir de los 25 euros.

El primero de ellos tendrá lugar el 10 de noviembre y pondrá sobre el escenario a Andrea Motis & Joan Chamorro Quartet. "Andrea Motis es la artista de jazz con mayor proyección de nuestro país", asegura Menéndez. Una voz que pudo escucharse en las últimas fiestas de Sant Sebastià y que lleva sorprendiendo al público desde 2012, cuando Quincy Jones se fijó en ella y la invitó a compartir escenario en el Festival de Peralada. Acumula seis discos, marcados por su talento, solidez y carisma, a pesar de su juventud.

El plato fuerte se servirá el 15 de noviembre, con Al Di Meola, uno de los grandes representantes de la fusión jazzística que volverá a pisar un escenario mallorquín décadas después de que lo hiciera en la plaza de toros de Palma junto a Paco de Lucía y John McLaughlin. Virtuoso tanto de la guitarra acústica como de la eléctrica, se presentará en el Trui con un repertorio nutrido de temas propios, composiciones de Piazzolla y temas de John Lennon y Paul McCartney.

El otro gran atractivo del cartel, Maceo Parker, actuará el 3 de diciembre. Pocos currículos imponen tanto como el de este saxofonista nacido en Carolina del Norte hace 74 años y deslumbrado, en tiempos de niñez, por la sección de vientos de Ray Charles: pieza clave de la banda de James Brown en los 60, forjador con George Clinton del visionario P-Funk, músico de sello inconfundible en giras históricas de Prince...

La guinda al Jazz Voyeur la pondrá, el 13 de diciembre, la South Carolina Gospel Chorale, una muestra vibrante del conmovedor soul tradicional y el góspel moderno. Wayne Ravenell es el fundador y director de esta poderosa y dinámica agrupación de Charleston cuyos integrantes fueron seleccionados en iglesias y representan con precisión el excelente nivel del género en la citada ciudad. En su show puede rememorar los espirituales cantados en las plantaciones o rendir un sentido tributo a Thomas Dorsey, padre del góspel moderno.