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Entrevista

Cesc Gay: "Miraba al teatro con mucha reserva, pero me ha gustado y quiero repetir"

Su debut en el teatro, una reflexión sobre los conflictos de pareja, podrá verse en Palma con Eva Hache como una de las protagonistas

Cesc Gay (Barcelona, 1967), reputado director de cine y de teatro.

El próximo 14 de septiembre desembarca en Palma ‘Los vecinos de arriba’, su estreno en el teatro, recibido con elogios por parte de la crítica y del público. ¿Se imaginaba un debut como este?

No, qué va, me imaginaba el fracaso absoluto, que es lo que siempre te imaginas cuando empiezas con algo que nunca has hecho antes. Todo el proceso de la obra ha sido muy bonito y no puedo estar más que agradecido. La comedia cuando engancha, engancha, y es algo que pasa con esta obra.

¿Por qué cree que conecta tan bien con el espectador?

Supongo que hay una empatía que se crea con los personajes, que no son lejanos para el público, sino cercanos. Es una obra que habla de cosas que nos pasan a todos. Y la forma de escribir ha sido muy cercana también, muy poco complicada. Me salió una forma de dialogar muy directa que ha enganchado.

¿Qué le ha enseñado su primera obra de teatro?

He aprendido que es una profesión que me gusta y que quiero repetir. Siempre me la había mirado así un poco de lejos, con mucha reserva, pero tengo muchos amigos en ella, mi pareja es actriz, de teatro sobre todo, y sí, quiero volver a ella. El cine y las series para televisión, donde ando metido ahora, son procesos muy largos y complejos, y el teatro tiene una cosa mucho más íntima y familiar, y un proceso de trabajo muy bonito.

¿Cuál fue el germen de esta aventura, la de 'Los vecinos de arriba'?

Como siempre, en mis textos se mezclan cosas. Tenía escritos sobre conflictos de pareja y a eso se le juntó una vecina mía que gritaba como una loca cuando tenía sexo, y empecé a escribir desde ahí. Fue una escritura muy compulsiva, intensa, de las veces que he escrito más rápido.

¿Al escribir usted también se lo pasó bien, como su vecina?

Ha sido de las pocas veces que me he reído escribiendo, cosa que no me acostumbra a pasar. También es verdad que no me dedico a escribir comedias para el cine pero más de una vez me encontré a mí mismo riendo ante el ordenador y en ese sentido advertía que iba por el buen camino. Creo que cuando uno escribe humor te tiene que hacer gracia a ti, te tiene que interesar a ti como escritor, y a partir de ahí ya conectarás, o no, con el público.

¿Vivir en pareja es arriesgado?

No, es una aventura increíble, y como tal tiene sus partes buenas y malas. Las personas estamos en ello desde hace siglos y será por algo, en el fondo nos resulta más gratificante que la soledad. Pero bueno, ahí está esa pelea, ese debate, un partido que hay que saber jugar.

¿Qué táctica aconseja para que el partido no acabe en desastre?

Ironía, sentido del humor, paciencia y comerse el orgullo muchas veces; ser menos ególatras, menos individualistas.

En Palma

La comedia tiene esa obligación, igual que en el cine. Cualquier intérprete que haga comedia tiene esa obligación, de que más allá de figurar y dibujar un personaje coherente con el texto y con la obra debe añadirle esa comicidad y esa comedia que los actores o tienen o no tienen. Y eso es lo que busqué, trabajar con actores que estuvieran en ese registro y que sin forzarlos te permiten navegar por la comedia a lo largo de hora y media.

¿Qué le suelen confesar las parejas que han visto la obra?

Una de las frases que más me dicen es: "Creía que era una comedia". Algo que me gusta porque en el fondo esta obra es una especie de regalo envenenado, un paquete con un lazo y un papel muy bonito que cuando se abre te trae una bomba. Y esa es la idea, que en una aparente calma que parece que va a transitar desde la comedia, en el fondo luego presenta un combate muy duro.

¿La risa aparece siempre donde se la espera o le sorprende con cada función?

Como autor y director esa es de las cosas más interesantes en relación al cine. En el teatro las cosas cambian un poco aunque también es curioso ver cómo hay momentos y frases que no fallan nunca, que son infalibles en Mallorca, Barcelona, Madrid o Buenos Aires. La obra ha viajado por todo, sobre todo por Sudamérica, y es muy curioso que lo que funciona a nivel de texto, por poco que esté bien montado en escena, luego es como un reloj.

¿Ya está escribiendo una historia nueva para el teatro?

Lo estoy intentando, pero no termino de darle forma. La verdad es que estoy muy ocupado con una serie de televisión para Movistar y no he tenido tiempo. Es cuestión de volver a picar piedra, porque en el fondo esto de escribir es cuestión de sentarse y obligarse a que pasen las horas delante de un papel para que vayan saliendo cosas. Las obras no te salen mientras juegas a pádel. Tienes que tener tiempo, y como yo lo hago todo, desde escribir a dirigir, pues voy un poco más lento.

Sorprende que tras el éxito de Truman

No lo sé. Nunca he planificado casi nada de lo que hago. Sí siento una necesidad de cambiar. El hecho de hacer teatro y teleseries responde a una necesidad de vivir otras aventuras. No es que me haya tomado una pausa en el cine porque me lo haya planteado, ni mucho menos.

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