Muchas ganas de reentré cultural después de la dinámica de los eventos estivales. El halo festivo que los envuelve y esa distensión vacacional que extrema el hedonismo y provoca incluso que nos relajemos cuando vemos una obra de arte o un concierto frivolizan la cultura, y, diablos, tenemos el cupo lleno de actitudes intrascendentes. La ligereza del verano no va conmigo. Y a la cultura (no digo ocio) tampoco le sienta bien. Porque le falta tensión y profundidad, como a una novela fofa e insustancial. En cualquier caso, festivales aparte y nits de l´art coincidentes con las verbenas, el paisaje cultural ha sido desértico. No en proliferación de eventos, sino en la importancia y pertinencia de los mismos. ¿Excepciones? Siempre las hay.
Menos mal que el otoño viene cargado de novedades. En apariencia, menos frívolas. La primera es el Còmic Nostrum, que este año se consagra al periodismo, en el punto de mira de todo aquel que tenga una cuenta en las redes sociales y le apetezca disparar gratis. Se venden dianas con cara de periodista. Bromas aparte, tendremos la suerte de contar con la presencia en Palma de Guy Delisle. Quien no conozca a este dibujante, no sabe lo que se está perdiendo. Lo más crítico, desprejuiciado y bestia que he leído sobre el conflicto entre Israel y Palestina son sus Crónicas de Jerusalén. Las publicó en 2011. Y no hubo revuelo en las redes. Su incorrección política convertiría sus viñetas a día de hoy en material inflamable para Twitter y Facebook, y quién sabe si sus editores le hubieran vuelto a permitir tal maravilla de libertad de creación.
El festival de la historieta, que también centrará el debate en los límites (del humor, del periodismo, de la libertad de expresión en las redes o en el arte), se celebrará en distintos espacios de Ciutat entre los días 25 y 29 de octubre. Este Còmic Nostrum de 2017 se perfila como una de las ediciones más pertinentes y pegadas al debate social que se han conocido.
Regresa Casino Royale. Sí. Es casi seguro que lo haga con este mismo nombre. En pocos días, comenzarán las obras en una nueva sala de conciertos que conservará la esencia de lo que fue Casino Royale y una programación musical alternativa. Tendrá un aforo para 700-800 personas y estará ubicada en Gomila, zona de ocio a la que insuflará vida. Iremos dando más detalles de un proyecto que podría darle la vuelta a las noches de la ciudad. El revulsivo de la próxima primavera. Ítem más: en Casa Planas también se preparan para abrir un nuevo espacio de formato más pequeño. Aún no está claro si la licencia será de café-teatro o de café-concierto y si se podrán hacer tanto representaciones como actuaciones musicales.
