Varios camiones se han llevado esta mañana docenas de cuadros del convento de Sant Jeroni, en Palma. Las obras han sido trasladas al convento de Sant Bartomeu de Inca, donde actualmente residen las monjas jerónimas.

Esta nueva retirada de obras de arte se ha realizado en presencia de la directora insular de Patrimonio, Kika Coll, pero sin que estuviera presente ningún representante del Obispado de Mallorca, a quien corresponde la propiedad de este convento según una sentencia de un juzgado de primera instancia. Desde el Consell han informado que la colección artística del edificio ha sido traladada "de forma provisional" al convento de Sant Bartomeu.

La directora insular de Patrimonio del Consell ha desvinculado el traslado del litigio entre el Obispado y las religiosas, que sigue abierto, y del cual la institución insular prefiere quedar al margen. No obstante, Coll ha explicado que "el edificio no está en condiciones" para acoger las obras, numerosos cuadros y muebles de valor, que podrían sufrir desperfectos. Según han explicado, este traslado se enmarca en el expediente abierto por el Consell para proteger estas obras. "Cuando el edificio esté en condiciones, las obras volverán", ha asegurado a este diario: "Es un traslado temporal", ha concluído la responsable de Patrimonio.

Esta no es la primera vez que se retiran cuadros de este convento. En mayo de 2015 el Obispado ya paralizó un intento de expolio del valioso patrimonio religioso y artístico de Sant Jeroni. A diferencia de la otra vez, en esta ocasión los cuadros han sido trasladados embalados y en condiciones. Los operarios han trabajado tres días en el convento.