El documental que se presentó ayer en Porreres, Silenci Trencat. La Fossa de Porreres, ilustra lo que se vivió en la exhumación de la fosa más simbólica de Mallorca, la de Porreres. Cabe destacar que esta exhumación fue abierta a todo el público, medida que autorizó el forense vasco Francisco Etxeberria. Allí, in-situ, se registraba lo que iba aconteciendo. Para el reportaje se realizaron entrevistas a arqueólogos y forenses, entre otros. Durante la exhumación se aceraban vecinos, curiosos, conocidos, entre otros actos que se iban convirtiendo en actores del relato audiovisual. Algunos familiares se acercaban al lugar con cartas, entre otras cosas. Entre los familiares ayer estaban Catalina Moya, hija del desaparecido, quien no mostró ni odio ni venganza. El anhelo de los familiares es el de reestablecer la dignidad de sus familiares, poder enterrarlos en las tumbas con el resto de su familia y que tengan un espacio para ir a llevarles flores y llorar su recuerdo. En esta exhumación se han encontrado 55 cuerpos. Actualmente se están realizando pruebas de ADN para su identificación.

En el documento audiovisual se ilustran también aquellos objetos que se encontraron junto a los cuerpos: desde un tintero hasta alguna cuchara con la que se presupone que debían comer en la prisión. De la vestimenta, lo que se encontró mejor conservado fueron los zapatos. En el acto de ayer participaron Catalina Moya (hija de desaparecido), Nicolau Escanilla (arqueólogo), Andreu Manresa (director de IB3) y Pedro de Echave (director del reportaje).