Artistas, agentes diversos del mundo del arte, autoridades y amigos de la agitadora cultural Marta Moriarty la arroparon anoche en la inauguración de su primera exposición como creadora.

Hasta el claustro de Santo Domingo de Pollença se acercó el tercer hijo de la duquesa de Alba, Jacobo Siruela, editor también y autor del texto del catálogo de la exposición de la galerista e icono de la Movida madrileña. Junto a él se encontraba su esposa, la periodista y escritora Inka Martí. También se acercó hasta la exposición Nina Aranda, autora de la música de la instalación. La compositora es hija del cineasta Vicente Aranda, quien solía veranear también por la zona norte de la isla.

Asimismo pudo verse a Ben Jakober y al director del Museu de Pollença Andreu Aguiló, al escritor y articulista de este diario Biel Mesquida, a Joan Costa o al pintor Antoni Marquet, entre otros.

El acto arrancó con un parlamento del director del Museu de Pollença. Le siguió Moriarty, quien explicó que la intención final de la pieza era "sacralizar el universo". El alcalde de Pollença Miquel Àngel March también intervino en la presentación.

El público fue entrando en grupos de doce a la iglesia, donde había que ir acostumbrándose a la poca luz. Muchos de los asistentes, impactados, expresaron su deseo de regresar a la exposición para contemplarla con más calma.

Primer plano de uno de los textos que forma parte de la instalación. M. Antònia Crespí

La obra de Moriarty instalada en el templo reivindica la espiritualidad y regresa a los orígenes del arte, cuando éste tenía un carácter sagrado. El proceso de creación de la pieza ha tenido lugar casi al completo en Mallorca. La creadora, que se estrena como artista en Pollença, ha contado con la colaboración de creadores locales para que el proyecto esté más enraizado y resulte honesto. Los soportes de las velas de barro provienen de Pòrtol y han sido producidos por Pere Coll. Las estormies de palmito que están en el suelo son de Aina Pistola de Artà. Y el audiovisual que preside como un gran rosetón la iglesia lo firma Agustí Torres, un crespúsculo sin sol rodado en Formentor. La parte sonora la remata una música de campanas compuesta por la compositora y pianista Nina Aranda. La instalación se completa con un conjunto de textos inspiradores que los espectadores fueron cogiendo y leyendo durante el recorrido.