25 años de poesía se dicen deprisa. El poeta y profesor emérito de la UIB Francisco Díaz de Castro acaba de publicar Cuestión de tiempo, su poesía completa desde 1992. "He dejado fuera los poemas de juventud, que son los que me interesan menos", comenta. "Empiezo con 1992 porque es una fecha especial: comencé mi gran historia de amor", confiesa el autor de poemarios como Inclemencias del tiempo (1993), El mapa de los años (1995), L a canción del presente (1999), Hasta mañana, mar (2005) y Fotografías (2008), todos ellos recogidos en este nuevo título.

El libro se presentará mañana miércoles, a las 19 horas, en la librería Embat. El acto correrá a cargo de los también profesores de la UIB María Payeras y Perfecto Cuadrado, además del propio autor.

La mayoría de versos de este Cuestión de tiempo son los originales, otros han sido sometidos a corrección. El título de la recopilación, explica Díaz de Castro, procura sintetizar el contenido de los poemas: “Son reflexiones sobre el tiempo personal, el tiempo histórico, sobre la realidad del presente y las relaciones personales”, apunta. “Creo que la poesía es una especie de mirada en el espejo retrospectivo”, añade.

A nivel formal, el poeta sigue una constante: escribir atendiendo la música del poema y la precisión de las palabras. "Uso más bien pocos adjetivos. Prefiero los sustantivos y las formas verbales", señala.

En cuanto al tono, el autor va manteniendo cierta distancia irónica con el objeto de los textos. "La visión sobre el paso del tiempo también va cambiando con los años. Envejecer angustia y preocupa menos y ese paso del tiempo se vive de manera menos estresante", asegura. "Por eso, en el fondo son poemas de plenitud y hedonismo", sostiene.

En los últimos poemas, el escritor considera que hay una reflexión más social. "Hablo de la alienación de los individuos, que se quedan embobados frente a la pantalla del móvil. También hay alguna reflexión sobre la crisis y la corrupción, pero sobre todo constato la pérdida de pensamiento ideológico y de compromiso personal con el mundo. La gente ha perdido la necesidad de comprometerse y protestar", opina.

Los últimos poemas de Cuestión de tiempo son inéditos. En ellos, Díaz de Castro rinde homenaje a la música jazz. "El último libro, que saldrá pronto, se titula Verano con Duke, Duke Ellington, por supuesto", desvela.

Si hay algo que caracteriza su poesía es la actitud vitalista, una característica que le hermana con la tradición de la poesía valenciana. "Tengo conexión con ellos: Francisco Brines o Vicente Gallego y Carlos Marzal, que son amigos y poetas de cabecera", reconoce.

Díaz de Castro tiene ahora setenta años y es profesor emérito de la UIB. Continúa con la docencia, una de sus pasiones. "Lo que más feliz me hace es dar clase y disfrutar de la vida, de mi mujer y de mis amigos", concluye.