Llibre de minúcies es el primer libro de poemas publicado por Miquel Rayó, pero no sus primeras poesías puestas negro sobre blanco. "Siempre he escrito versos, pero estaban custodiados en un cajón", confiesa. "Para mí, los poetas son los maestros del uso del lenguaje. Y he de reconocer que siempre me ha gustado el misterio del lenguaje", explica.

La publicación de estas minúcies se debe a que los últimos textos en prosa del autor, también colaborador de DIARIO de MALLORCA, "no han tenido aceptación entre los editores". "También estaba el componente de que tenía algunas compilaciones ya terminadas y estaban en la estantería", comenta. Esta selección de textos que ahora ven la luz la acabó en 2013. "Además me parecía coherente en sí misma, y pensé en autoeditarla". Pero no fue necesario. Rata Cultura Expandida se interesó por estos poemas y ahora los ha publicado. El primoroso diseño del libro ha corrido a cargo de Damià Rotger.

La belleza y brevedad de los versos de Rayó entroncan con la poesía china y japonesa. Los temas son la soledad, la necesidad de silencio para estar con uno mismo, el miedo, las limitaciones personales, los recuerdos de infancia o las maravillas de la naturaleza. "Los poemas surgen de vivencias y sensaciones personales, de reflexiones", señala.

"Estoy en la fase de los últimos años de vida [el autor tiene ahora 65 años] y quiero dejar constancia de que también he explorado este camino", confiesa. "En septiembre u octubre publicaré otro poemario en El Gall Editor".

En cuanto a lo breve de los textos, Rayó opina que su propia prosa para los jóvenes también es concisa y con frases contundentes. "Me gusta el lenguaje rico y preciso", concede. "Con el tiempo, siempre he tendido a minimizar en la escritura. Por eso me gusta tanto el estilo oriental, tanto su brevedad como su vertiente paisajística", explica. Aunque es cierto que sus poemas son temáticamente europeos y mediterráneos porque escribe sobre las especies autóctonas. El motivo: el escritor se ha dedicado mucho a la observación de los pájaros y a caminar por la montaña, dos de sus grandes pasiones.

El título del poemario está cargado de significado e intención. "Son minúcies porque son poemas breves y hablan de cosas pequeñas. Una minucia es un detalle sin significancia, pero ser minucioso hace referencia a alguien que se fija en los detalles", argumenta. "Las cosas pequeñas creo que son esenciales. Si es cierta la teoría del big bang, venimos de una partícula microscópica", observa. "La filosofía de las cosas pequeñas consiste en reivindicar el momento, el instante, esos momentos de percepción que a veces te hacen entender que la vida es precisamente eso", sostiene.

La reivindicación de los espacios tranquilos es otra de las banderas de Rayó. "El silencio está en peligro de extinción, y en Palma mucho más aún". "Necesitamos espacios propios y silenciosos para estar encerrados en nosotros mismos. La poesía me permite ese espacio", comenta. "Y también caminar", añade. Tanto es así que el colaborador de este periódico tiene escrito un ensayo sobre la actividad de pasear. "Tanta montaña llega a ser una filosofía. Es el ejercicio más económico, conlleva un esfuerzo y cierto reconocimiento de la propia debilidad y vulnerabilidad, pero también implica fuerza de voluntad", apunta. "Si encima se camina por la montaña, uno está en contacto con la naturaleza, que es lo más primigenio y auténtico que hay", agrega. "Creo que si hubiera sido más valiente, me habría dedicado profesionalmente a la montaña", confiesa.

En cuanto a su campo, la literatura infantil y juvenil, Rayó sostiene que "no hay lectores suficientes". "Creo que está demasiado ligada al mundo y al currículo escolar, por eso los autores de este género gozan ahora mismo de menos margen para la creatividad", concluye.