Amparo Sard supervisa el montaje de su gran abrazo escultórico en el Hipotels Playa de Palma Palace&Spa. La pieza, dividida en cuatro partes, descansa ya en el hall del establecimiento, donde llegó ayer por la mañana procedente de su taller de Son Servera. La artista, con casco y chaleco amarillo, está con varios operadores en el complejo calculando dónde poner los anclajes de los que suspenderá la gran escultura de cien kilos. "Me hacía mucha ilusión que alguna de mis piezas estuviera en la isla", explica a este diario. "No tenía nada aquí y el propietario del hotel me la ha comprado", desvela. "Tengo ganas de que la gente venga a verla", confiesa.

La obra, que representa fragmentos de brazos perforados, estuvo expuesta hace tres años en la Fundación Starke de Berlín y hace dos en el Museo de Arte Contemporáneo de Roma. "Coincidió cuando el gobierno italiano me concedió la medalla de oro a mi carrera", recuerda. "La idea que hay detrás de esta obra, fabricada en fibra de vidrio y con unas dimensiones de 4 x 4 metros, surge de un vídeo anterior mío, Salvavidas, donde yo metía las manos por un agujero con espejos. El mensaje final era: ¿quién va a cuidar de ti mejor que tú misma?", señala. El trabajo de la mallorquina es una reflexión íntima de la condición humana, sobre sus dudas y angustias. Se trata, en buena medida, de un análisis de la existencia humana, una meditación plástica sobre la identidad contemporánea.

La escultura quedó completamente montada ayer por la tarde en el vestíbulo del hotel, pero no será hasta que se inaugure el complejo que podrá contemplarse. En concreto, el módulo de cinco estrellas del establecimiento abrirá sus puertas el próximo 14 de junio.

El interiorista Comte Llopis, de Gesto Decoración, comenta que la forma orgánica de la pieza restará rigidez a las formas rectangulares y muy arquitectónicas del hotel. "Irá bastante recostada para que la gente la pueda ver bien", comenta. "Llevamos meses estudiándola, es un fantástico atrevimiento ponerla aquí", asegura. Además de la obra de Sard, el hotel, propiedad de Juan Llull, contará con piezas de Pep Coll, Llambías, Socías, Dolores Comas y posiblemente de Luis Maraver.

En el 'top' 20 artístico del año

Por otra parte, Amparo Sard es el único artista español que forma parte de la lista con los mejores creadores del año que la revista holandesa LXRY elabora anualmente. "Hay 20 nombres y a mí me dijeron que he quedado la número 11", señala. El comité de selección que propone a los artistas está formado por críticos y comisarios de Holanda, Alemania y EE UU. "Los criterios utilizados para elaborar esta lista no son los precios de las obras, sino la calidad, la trayectoria y la consistencia del discurso", apunta. La revista lleva el sobrenombre The best of the best.

El conjunto de la obra de Sard, papeles perforados, vídeos e instalaciones, es un análisis sobre la propia condición humana que deambula entre la duda y la angustia, entre lo físico y lo anímico. De un desarrollo formal que, en una primera lectura, transmite una delicada fragilidad y una belleza extremadamente poética y equilibrada, inmediatamente da paso a una experiencia perturbadora, incluso siniestra, a partir sobre todo de las punciones, las perforaciones sistemáticas y obsesivas que finalmente componen un juego de placer y dolor. La reiterada y distorsionada representación de su cuerpo, traspasando los límites sabidos del género, deviene el centro de su identidad plástica, un punto de partida para la reflexión.